Simeone buscó el 0-0 y el partido fue para el único que quiso la victoria

Como en tantas ocasiones, pretéritas la mayoría, Simeone salió a jugar un partido pensando solo en el 0 en su marcador en contra. Y sacó a un equipo poco preparado para hacerlo. En el once del Atleti en "casa", el partido se disputó en Bucarest debido al maldito coronavirus, aparecieron Joao Félix, Lemar, Correa, Luis Suárez, Marcos Llorente o Saúl. Pocos jugadores defensivos para salir a no perder, un estilo muy diferente al que le ha llevado a liderar de manera sobrada la Liga española.

Y hasta el minuto 70 no le salió demasiado mal, pero después sí. Y ese es el riesgo. A Simeone le ha salido bien en infinidad de ocasiones, incluso ante rivales más poderosos que un buen Chelsea como el de esta noche, pero hoy no.

La primera parte, con semejante planteamiento del Atleti, fue bastante infumable. Sin rematar a puerta, solo llegó ante la meta del frágil Mendy, con un par de pases en profundidad que no llegaron a ser demasiado peligrosos. Tampoco el Chelsea agobió en ningún momento a Oblak, pero sí que pareció superior; por supuesto, con una mayor vocación ofensiva y con muchísimo mejor toque de balón.

Después del descanso, el encuentro no pareció cambiar demasiado, aunque se abrió en cierta manera. Lo intentó con algo más de ahínco, pero la superioridad del Chelsea se mantenía. Y cuando solo quedaban 20 minutos para que el plan de Simeone, aquello saltó por los aires. El francés Giroud marcó de chilena desde dentro del área y en clara posición de fuera de juego. El árbitro Félix Brych anuló el gol por la situación ilegal del galo pero, después de tres minutos y medio buscando una buena repetición, el realizador encontró una en la que era Mario Hermoso el que golpeaba al balón, por lo que en ningún caso había fuera de juego.

Octavo partido consecutivo en el que el Atlético de Madrid encaja gol, algo no conocido en el equipo colchonero desde 2010. Simeone cambió de plan y de jugadores, pero no logró sacar a Marcos Llorente, el segundo más artillero después de Suárez, de ese lateral derecho en el que se oscurece por completo.

Lo intentó, un poco a la desesperada el Atleti, aunque sin volverse loco. El 0-1 es un resultado pésimo, pero, por mucho que Perogrullo exista, mucho mejor que un 0-2 que le hubiera dejado prácticamente sin opciones en Londres.

Por el tiempo que se perdió en la decisión arbitral, el encuentro tuvo 6 minutos más, pero el Atleti siguió sin ambición e intentando empatar sin disparar a puerta. Y eso, aquí y en Bucarest, es prácticamente imposible.