Qué manera de sufrir: el Atleti gana y sigue líder, pero pone de los nervios
El equipo rojiblanco se asienta en la cabeza de la Liga después de ganar a la Real Sociedad (2-1) después de una brillante primera parte, pero sufriendo al final por el gol de Zubeldia.
Compareció el Atleti en el Metropolitano sabedor de lo que se jugaba y conocedor de la oportunidad que tenía de dejar a un rival prácticamente eliminado de la lucha por el título después del patinazo de ayer en Valencia. Y, en los primeros diez minutos, el líder tuvo hasta cuatro ocasiones claras, alguna clarísima, para abrir el marcador.
Luis Suárez salió enchufado y, para no variar, Marcos Llorente, lo mismo. Y entre los dos fabricaron esas cuatro oportunidades que, por buena actuación de Remiro o por mala selección de disparo, no acabaron subiendo al marcador. El dominio era tan abrumador que la Real Sociedad no pasó del centro del campo con balón controlado hasta el minuto 11 de esta primera parte.
El Atlético no se dio por vencido y en una jugada de estrategia que estaba a punto de complicarse definitivamente, una nueva asistencia de Marcos Llorente, junto a Gerard Moreno y sin discusión, el mejor jugador español del año, que acabó con un remate de Carrasco que se coló por debajo de las piernas de Remiro. Era el minuto 15. Un tanto que hacía absoluta justicia a lo que estaba pasando sobre el césped del desierto Metropolitano y que ponía la meta final un poco más cerca del Atlético de Simeone.
Con 1-0 en el marcador, la Real apareció, aunque muy levemente. Poco quedaba del equipo de Imanol, ese que maravilló en diversos tramos de la temporada y que ha hecho el año con que le ganó a su gran rival vasco. En todo caso, un disparo inocente de Barrenetxea fue lo único peligroso de la Real hasta ese momento.
Luis Suárez está muy mermado físicamente, pero ningún atlético le podrá echar en cara nada en su temporada de debut, si acaso alguna mala cara cuando ha sido sustituido por Simeone. Consciente de sus dificultades motrices, las subsana con una extraordinaria inteligencia futbolística. En el minuto 23, una jugada de pillo del charrúa dejó, solo ante Remiro, a Ángel Correa, que le batió de inapelable disparo cruzado. 2-0 y menos nervios en el Metropolitano.
Ahí sí que despertó la Real, pero se encontró con el de siempre, con Jan Oblak, que hizo, primero una buena parada a disparo de Portu y, casi un momento después, un paradón a tirazo de Isak que concluyó una jugada de fábula del ataque donostiarra. Oblak, siempre Oblak.
No se encerró el Atlético en ningún momento y continuó presionando todo lo arriba que podía, sabedor de que Sagnan, el central francés habitual suplente y hoy titular, era un amigo del Atleti. Si Correa hubiera tenido más paciencia habría dejado solo a Luis Suárez en el enésimo error del galo, pero el encuentro llegó al descanso con un claro, y más que merecido, 2-0.
Salió la Real del vestuario sin Isak, su mejor jugador en la insulsa primera parte, y el Atlético, un pelín retrasado, a la espera de aprovechar un buen contragolpe. Pero continuó imponiendo su mayor ritmo y Luis Suárez falló un gol de los que nunca suele errar al poco de comenzar la segunda parte.
Nuevo paradón de Oblak
Llegó el encuentro a la hora de partido con el Atlético confiado en la victoria, pero con la duda de que un gol de la Real Sociedad llevaría los nervios a un partido que, hasta ese momento y en ningún momento, tenia pinta de complicarse demasiado. No pasaba demasiado y eso era perfecto para el líder de la Liga, que, sin embargo, asistió a un nuevo paradón de Oblak a tiro de Portu en el 66.
Al Atleti le empezaban a hacer falta los cambios, pero Simeone se resistía, pese a tener a Joao Félix calentando en la banda durante media hora. El portugués, en compañía de Kondogbia, apareció en el terreno de juego en el 72 sustituyendo a un fatigado Correa, mientras que el exjugador del Valencia salió por Saúl. Simeone no se fiaba y dejó en el campo a Koke, ya toda una leyenda rojiblanca que cumplió su partido número 500 con el Atlético de Madrid.
La Real estaba plagada de jóvenes y ofrecía vivacidad arriba y muy poca fortaleza detrás. Y así, Luis Suárez volvió a errar eso que casi nunca solía por intentar colar un gol por la escuadra cuando tenía todo a favor para batir a Remiro por cualquier sitio que quisiera. Pero la jugada clave del tramo final del encuentro fue un disparo que estrelló Portu en el palo de Oblak y que sucesivos compañeros fueron incapaces de batir a Oblak. La suerte del campeón, dicen.
Zubeldia anima al Real Madrid
La Real estaba amenazando y en el minuto 83, Zubeldia batió al portero esloveno, cansado ya de hacer un milagro tras otro. El canterano marcó al materializar un córner horriblemente sacado. Tocaba sufrir, mientras que los seguidores del Real Madrid se agarraban a los chavales donostiarras.
El Atleti se pasó los últimos 10 minutos incapaz de poseer el balón y todos los ataques vascos eran posibilidades de infarto para todos los seguidores rojiblancos. No tenía sentido sufrir tanto, pero lo cierto es que la Real acumuló, al final, numerosas ocasiones en un encuentro en el que comenzó completamente desaparecido.