Después de Cristiano, ahora Pogba: ¿Qué les habrán hecho las bebidas con gas?
Si hace unos días el portugués retiró una botella de Coca-Cola en plena rueda de prensa, ayer fue el francés el que apartó otra de Heineken. Ambas son patrocinadoras de la Eurocopa.
Fuera de los terrenos de juego, la imagen de lo que va de Eurocopa es, sin duda, la de Cristiano Ronaldo retirando dos botellas de Coca-Cola al comienzo de una rueda de prensa previa a su primer partido en la competición continental.
El crack portugués, no contento con el gesto, dice "Agua. Coca-Cola, no". No es la primera vez que Cristiano se posiciona contra la bebida con gas más conocida del mundo. El jugador de la Juventus ya hizo referencia a su poco gusto por la Coca-Cola cuando le preguntaron por la educación de uno de sus hijos. «Soy duro con mi hijo. En ocasiones bebe Coca-Cola y Fanta, y come patatas fritas y él sabe que no me gusta», aseguró.
Esta es una demostración de que algunos futbolistas creen estar por encima del bien y del mal, porque Coca-Cola, le guste o no a Cristiano, es uno de los patrocinadores de la presente Eurocopa que, gracias, entre otros muchos, a sus inversiones publicitarias, cuenta con la difusión y la relevancia que tiene este torneo.
Mucho se ha hablado, además, de las consecuencias económicas del gesto de Cristiano Ronaldo para Coca-Cola. Es evidente que la cotización bursátil de la firma norteamericana descendió, no demasiado eso sí, el mismo día en el que el portugués apartó las botellas, pero certificar una relación causa-efecto entre ambos hechos puede llegar a ser demasiado arriesgado, aunque venda mucho.
El asunto es que la actitud del portugués ya ha tenido seguimiento. Otra de las estrellas del torneo, el francés Paul Pogba, hizo lo mismo en la rueda de prensa posterior al encuentro que su selección ganó a Alemania. El centrocampista del Manchester United, uno de los más destacados del partido, retiró otra botella de la mesa en la que se disponía a hablar con los periodistas. La única variación es que, en este último caso, la botella era de la marca de cervezas Heineken, otro de los habituales patrocinadores del fútbol europeo.