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España, en cuartos después un partido histórico con prórroga incluida (5-3)

La selección nacional se impuso a Croacia en un increíble partido que comenzó con un error garrafal de Unai Simón, empate balcánico in extremis y golazo de Morata para certificar el pase.

Sarabia, celebra el primer gol de España ante Croacia.

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La selección española está entre las ocho mejores de la Eurocopa, hecho que no se conseguía desde 2012. El equipo nacional se impuso a Croacia (5-3) en el Parken de Copenhague después de un partido histórico que acabó con prórroga. El próximo viernes, 18:00 horas, el combinado de Luis Enrique se jugará en San Petersburgo contra el equipo que venza del cruce Francia-Suiza, que se disputa esta noche.

España jugó los mejores 20 minutos de lo que va de temporada al principio del partido. Luis Enrique no varió demasiado el once que goleó a Eslovaquia, introduciendo a Gayá por Jordi Alba y a Ferrán Torres por Gerard Moreno. Croacia salió a contener y se encerró en su propio campo. La selección nacional, con paciencia, tocó y tocó hasta que encontró dos ocasiones casi imposibles de fallar. Pero, por aquello de no querer olvidar el principal defecto español en lo que va de torneo, las ocasiones se fueron al limbo.

La primera, un extraordinario pase de Pedri que dejó solo a Koke, peligrosísimo en segunda línea, pero el capitán del Atlético de Madrid, asustado por la claridad de la ocasión, mandó el balón a las piernas del portero croata. Clarísima, pero perdida. La segunda fue para, quién si no, Álvaro Morata, que desperdició un extraordinario centro de Ferrán Torres para inventarse un extraño cabezazo que ni siquiera iba a portería antes de tropezar, de manera completamente involuntaria, en el brazo del central croata Vida.

Habían sido muy buenos minutos, pero todo se nubló en el minuto 21 del encuentro. Una cesión de Pedri desde ¡45 metros!, fuerte, pero clara, iba directa al pie derecho de Unai Simón, pero el portero del Athletic Club se confío, como acostumbra, y el balón le pasó al lado y se fui directo a las mallas. Los croatas habían marcado sin tirar a puerta y el surrealista primer gol del España-Eslovaquia ya tenía un más que digno sucesor.

El gol cambió el partido y sumió al equipo español en 10 minutos de profunda depresión en los que a Eric García se le vieron todas las costuras. El central del City ha jugado solo unos cuantos partidos esta temporada en el equipo de Guardiola y el técnico catalán es, cualquier cosa, menos tonto. Modric y sus amigos agradecieron el regalo y se creyeron que podían ganar. Y hubo un par de acercamientos claros que los defensas españoles no supieron ni cómo atajar. Pero, en ningún caso, ocasiones de gol.

El segundo aire de la selección española vino con el cambio de banda de Pablo Sarabia, el mejor de la primera parte español. El combinado de Luis Enrique agradeció que Rebic dejara a Croacia con diez al cambiarse de zapatillas en pleno ataque español y Sarabia acabó marcando el gol del empate después de una jugada en la que la selección tuvo hasta tres ocasiones claras. El primer tiempo acabó con empate, aunque con un equipo muy superior, pero que concedió un regalo impropio de futbolistas de esta categoría.

No hubo cambios de inicio en la segunda parte y el partido continuó por los mismos derroteros, si bien la presión croata, en busca de un nuevo error de la zaga hispana y de Unai Simón, subió algunos metros. Pero el dominio continuaba siendo español y Pablo Sarabia por la banda derecha seguía creando muchísimo peligro.


Extraordinaria jugada colectiva para el 2-1

Precisamente, una extraordinaria salida de presión del equipo nacional acabó con el 2-1, Era el minuto 57. Unai Simón centro con gran acierto a Azpilicueta que, desde su lateral derecho, avanzó metros y metros, para habilitar a Pedri. El joven canario del Barça aguantó hasta el final para asistir a Ferrán Torres, que colgó un buen balón al centro del área. Y allí apareció Azpilicueta, el mismo que había empezado la jugada, para cabecear al fondo de las mallas. Un fantástico gol, que significaba muchísimas cosas.

Croacia se lanzó a por el empate, aunque con pocos argumentos. Perisic, el segundo mejor jugador del combinado balcánico a años luz de Modric, no podía jugar al ser positivo en COVID y el equipo de Dalic poco podía ofrecer en ataque. Sin embargo, en el minuto 68, Unai Simón evitó el empate con una actuación de mérito al atajar un disparo de Brozovic.


Tarde, pero llega la reacción de Luis Enrique

Aunque tarde, Luis Enrique reaccionó para tapar el agujero que, en defensa, suponía la irregular presencia de Eric García en el centro de la zaga y dio entrada a Pau Torres, mucho más en forma que el defensa del City. También salió Dani Olmo en sustitución de Pablo Sarabia, algo más cansado en la segunda parte después de su exhibición de una hora de juego. Y Jordi Alba, que tuvo que suplir a Gayá, con una dolencia muscular.

Lo que había empezado con una jugada tonta con el error garrafal de Unai Simón, prácticamente concluyó con otra jugada de listos, en este caso, con un fantástico pase de Pau Torres aprovechando la empanada croata, que dejó solo a Ferrán Torres. El extremo del City no falló y puso en 3-1 cuando el partido llegaba al minuto 78 de encuentro.

Justo después del tanto, Luis Enrique oxigenó el centro del campo con la entrada de Fabián en sustitución de un Koke que, después de ser un puntal en ataque en la primera parte, corrió por todos sus compañeros en la segunda. Buen partido del capitán rojiblanco.

En otro despiste monumental de Croacia, Dani Olmo desaprovechó otra clarísima oportunidad y en la jugada subsiguiente, Orsic acortó distancias en una jugada que, de nuevo, dejó claro que España no es nada contundente en defensa y que Modric, a sus 35 años, es un genio de esto del fútbol.

No era partido para sufrir, pero había que hacerlo hasta el final. Quedaban cinco minutos, más la prolongación y salía Oyarzábal por Ferrán Torres. Croacia se lo volvió a creer y, después de estar prácticamente condenados, se veían con un segundo impulso. España parecía tenerlo todo controlado, pero se vio obligada a defender el impresionante tesoro que acumulaba.


Empate de Croacia y a la prórroga

Fueron seis minutos de descuento y de angustia para los jugadores de Luis Enrique. Esta Croacia no tiene nada que ver con la subcampeona del Mundo hace tres años, pero los balcánicos se vieron con posibilidades de llegar a la prórroga. Y, aprovechando la flojedad defensiva española, Pasalic, solo en el centro del área, conectó un cabezazo directo a las mallas de Unai Simón. Lo que parecía impensable, sucedió y el partido se fue a la prórroga. España no supo mantener la ventaja ni transmitir su innegable superioridad y se empeñó en tirar una moneda al aire para ver si seguía, o no, en el torneo.

Cualquier balón que llegaba al área provocaba tembleque en la retaguardia española y la primera ocasión de la prórroga fue, cómo no, para Croacia, con un disparo de Orsic que se fue por encima del larguero, pero rozando el palo de Simón. El partido se había dado la vuelta y ahora el equipo superior era el combinado balcánico, con peligro en cada incursión en el campo español.

El paradón del partido llegó en el minuto 95 y fue Unai Simón el protagonista al rechazar, como pudo, un disparo de Kramaric que se colaba en la portería española. En la jugada posterior, Dani Olmo tuvo el tanto, pero rechazó un defensa croata tras un fantástico taconazo de Jordi Alba.


Y aparecieron Álvaro Morata y Oyarzábal 

Hubo que esperar 100 minutos para que llegara la justicia poética. Álvaro Morata, estupendo en el despliegue físico todo el encuentro, empaló una estupenda volea con la izquierda que se coló sin remisión en la portería croata. El jugador más discutido del torneo aparecía cuando más complicado parecía. Y en la siguiente jugada, otro nuevo servicio de Dani Olmo acabó con el quinto gol de España, esta vez, de Oyarzábal.

De nuevo, España tenía 2 goles de diferencia con 15 minutos por delante, y ahora no se debería de volver a perder la ventaja. Como había que seguir sufriendo, la primera ocasión de la segunda parte de la prórroga fue para Budimir, el ariete de Osasuna. Pero el disparo del croata lo sacó, esta vez, con los dedos, Unai Simón a córner. El portero del Athletic fue absolutamente clave, completamente decisivo en el partido.

Muertos por el cansancio y los dos goles en la prórroga, los croatas no vieron el balón en el resto del partido. Modric dejó el encuentro en el 114 y eso firmó el armisticio balcánico. Ahí, ya por fin, España respiró aliviado y, tras un partido histórico, comenzó a preparar los cuartos del viernes.