Hugo Guillamón hace historia en LaLiga con la expulsión más rápida
El canterano del Valencia realizó una entrada muy dura sobre Maksimovic cuando apenas había transcurrido medio minuto. Tras revisarlo en el VAR, Gil Manzano le mostró la roja directa
LaLiga arrancó este viernes con el encuentro disputado en Mestalla entre el Valencia y el Getafe. El fin de semana más esperado de toda la temporada llegó para alzar el telón de un curso que se prevé igualado y emocionante, en el que los aficionados desean volver a ver a sus equipos dejarse la piel sobre el campo para lograr sus objetivos.
Esa emoción rodeaba también al partido entre valencianos y madrileños. Los estrenos siempre son especiales y este, si cabe, lo era un poco más. José Bordalás debutaba a los mandos del Valencia en el inicio de una nueva era en Mestalla. Enfrentaba estaba su exequipo, el Getafe, que durante varios años aplicó el librillo del técnico a las mil maravillas.
Si por algo destacan los equipos del alicantino es por ser aguerridos e intensos, hasta un poco molestos para los rivales. Pues bien, en apenas medio minuto Hugo Guillamón puso de manifiesto esa intensidad sobre el césped. El canterano che, titular en el centro del campo, fue a disputar un balón con Maksimovic con la plancha por delante a una altura muy peligrosa y con fuerza desmedida. Gil Manzano señaló la acción, pero tuvo que revisar con el VAR el color de la tarjeta. Roja directa, sin discusiones.
De esta manera, Hugo Guillamón ha tenido el dudoso honor de entrar en la historia de LaLiga al recibir la tarjeta roja más rápida a los 31 segundos. Nunca antes la primera expulsión de la temporada había llegado tan pronto.
El sello de Bordalás se pudo notar en esa acción, pero también en que su equipo consiguió sacar el partido adelante pese a la inferioridad numérica inicial. Carlos Soler marcó de penalti en el minuto 11 el primer tanto de esta temporada y el Valencia se llevó la victoria por 1-0. El otro gran protagonista de la noche fue el portero Mamardashvili, que guardó el triunfo local con un buen repertorio de paradas, especialmente la que realizó en el 92 cuando el Getafe cantaba el gol.