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El partidazo del Wanda cae para el lado del Liverpool

El duelo entre el Atleti y los británicos tuvo de todo: golazos por las dos partes, una expulsión, un penalti pitado y otro anulado por el VAR. Griezmann, principio y fin de su equipo (2-3)

De Paul y Mané pugnan por un balón

Publicado por
Adrián A. García

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El Wanda Metropolitano ha ofrecido a Europa un espectáculo digno de la Champions League. Atlético de Madrid y Liverpool, cada uno con sus armas, tuvieron sus momentos en un partido que tuvo de todo: golazos por las dos partes, una expulsión decisiva, un penalti pitado y otro anulado por el VAR... Y, al final, la balanza se inclinó del lado británico (2-3).

El Liverpool fue el primer equipo en presentarse en el estadio madrileño y durante los primeros 13 minutos, el único en comparecer. Los de Klopp salieron fuertes desde el inicio y en ese tiempo se pusieron con dos goles de ventaja. Salah, en una jugada marca de la casa, arrancó desde la banda derecha y eliminó a tres rivales hasta encontrar posición de disparo en la frontal y anotar el 0-1. Poco después fue Keita el que soltó un zapatazo inapelable desde fuera del área para hacer el 0-2.

Tardó prácticamente 20 minutos en llegar al partido, pero finalmente el Atlético de Madrid se encontró a sí mismo y en el rechace de un córner hizo acto de presencia. Koke disparó y Griezmann metió el pie para desviar a gol. El francés fue el principal referente ofensivo de los colchoneros y en el 27 se enfrentó mano a mano con Alisson, pero esta vez salió vencedor el meta.

Simeone cambió el esquema y pasó a jugar con una línea de cuatro atrás, lo que le permitió atacar con más efectivos las bandas. Especialmente importante fue el trabajo por el sector izquierdo, donde Salah a menudo se olvidaba de sus tareas defensivas. Por ahí cayó Joao Félix para iniciar la acción del empate a dos. El portugués se fue de cuantos rivales le salieron al paso para ceder a Griezmann, cuyo control orientado le permitió armar un disparo rápido cruzado para el 2-2.

El Liverpool comenzó mejor el partido, pero el Atlético de Madrid supo rehacerse para llegar al descanso dominando y encerrando al conjunto británico.

La segunda mitad empezó movida, con un cabezazo de Mané que atajó Oblak y con una entrada desde atrás de Carrasco que detuvo Alisson. Y en el minuto 51, la jugada que cambió el devenir del duelo. Griezmann, mirando la pelota, elevó demasiado el pie hasta el punto de golpear en la cabeza de Firmino. El árbitro no lo dudó, tarjeta roja y el Atlético de Madrid tenía que afrontar todo el segundo periodo con diez.

Las llegadas del Liverpool se sucedieron, aunque si algo saben hacer los rojiblancos es defender. Lo que no están tan acostumbrados a ver los seguidores colchoneros es un error individual de uno de sus defensas. Mario Hermoso tiró por tierra todo el trabajo de sus compañeros al ir a chocar con Jota en un balón aéreo sin ningún peligro para la meta de Oblak. Penalti tan claro como inocente. Y Salah no falló.

Quedaban diez minutos y Simeone revolucionó el equipo con cuatro cambios. En la primera acción, Giménez cayó dentro del área y el colegiado señaló penalti de Jota por empujón, pero después de revisarlo en el VAR dio marcha atrás. El Liverpool dominó la situación en los instantes finales y los tres puntos se escaparon del Wanda Metropolitano.