Laporta manda un mensaje de unidad al barcelonismo tras la debacle europea
El máximo mandatario del Barcelona señala que ahora todos deben remar en la misma dirección para revertir una situación complicada en lo deportivo y, también, en lo económico
El Fútbol Club Barcelona tocó fondo este miércoles con su eliminación de la Champions League. El conjunto culé evidenció ante el Bayern de Múnich que no está para competir con los grandes del viejo continente y, por consiguiente, le tocará hacerlo a partir de ahora con los equipos de la Europa League, una competición que no está acostumbrado a jugar y que le puede dar algún disgusto por el camino.
La entidad catalana está en plena reconstrucción deportiva y financiera después de la nefasta gestión de Josep María Bartomeu y sus secuaces. Ahora, con Joan Laporta al mando, la situación no ha variado en exceso. Ha mejorado la economía, es cierto, pero a costa de empobrecer una plantilla limitada con la que se vislumbra un buen futuro, pero un incierto presente.
Después de la debacle europea, el presidente del Barça quiso mandar un mensaje de unidad a todo el barcelonismo: "Ahora más que nunca toca remar juntos en la misma dirección. Los jugadores lo han intentado, pero no ha podido ser. Estamos tristes pero hay que seguir adelante para revertir esta situación. Ahora más que nunca hemos de estar juntos".
Sin Koeman en el banquillo y con Xavi Hernández como arquitecto del Barcelona del futuro, las críticas de la afición se dividen entre el presidente y los jugadores. Echar a Messi, desprenderse a última hora de Griezmann y traer a cambio a Luuk de Jong ha dejado al equipo sin un referente ofensivo y eso se está notando a la hora de hacer goles.
Memphis está solo y, en los últimos partidos, apático, Dembélé es la eterna esperanza que nunca acaba de llegar entre una lesión y otra y solo la recuperación de Ansu Fati puede verter un haz de luz sobre el ataque culé. Por si fuera poco, Ter Stegen acumula un error trás otro y aquellos futbolistas que deberían haber dado un paso al frente, como Frenkie de Jong, lo han dado hacia atrás. Solo los jóvenes mantienen el orgullo intacto y la actitud de defender a ultranza el escudo, pero con eso solo no le llega al Barcelona para pelear en Europa.