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Un penalti en el último segundo deja a España sin su tercer oro consecutivo

Suecia es la nueva campeona de Europa de balonmano después de ganar al combinado nacional (27-26) tras un partido equilibrado que España pudo ganar, pero que perdió desde los siete metros.

Un penalti en el último segundo deja a España sin su tercer oro consecutivo

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La selección española de balonmano ha perdido la final del Campeonato de Europa frente a Suecia (27-26) en un partido igualadísimo que se decidió por un penalti con el tiempo cumplido. El combinado nacional había ganado al equipo nórdico en la segunda fase del torneo, pero hoy no ha podido revalidar el título por tercera vez consecutiva.

Lo primero que hay que hacer notar es el enorme mérito que ha tenido la selección española que, pese a la retirada de algunos de los mejores jugadores de los últimos veinte años, Raúl Entrerríos, Viran Morros, Julen Aguinagalde, entre otros, y de las lesiones de los portentosos hermanos Dujshevaeb, ha estado a punto de seguir dictando su ley en el Campeonato de Europa, una competición mucho más dura que un Mundial. Sin embargo, jugadores como Ian Tarrafeta o Agustín Casado han jugado durante estos dos semanas como si llevaran varios mundiales a sus espaldas, cuando era su debut en una gran competición de selecciones.

En ningún instante de la final, ni España ni Suecia consiguieron una ventaja superior a dos goles. Comenzó mejor el equipo nórdico, pero el combinado entrenado por Jordi Ribera fue remontando hasta llegar al descanso por encima, aunque por un solo gol (13-12). Y la continuación comenzó bien para España, con el pivote Adriá Figueras como martillo pilón y con Tarrafeta y Casado como espectaculares asistentes.

Pero algo cambió mediado el segundo tiempo y Suecia, con el MVP del torneo Jim Gottfridson como auténtico cerebro, se puso por delante en el marcador. Todo parecía ir encaminado a la victoria sueca cuando, con solo 4 minutos por jugar, dominaba por dos goles y tenía la posesión para lograr el que sería el definitivo. Sin embargo, en ese momento resurgió la defensa española, que dejó a los suecos sin marcar en tres ataques consecutivos.

Con 26-26 en el marcador, España tuvo la jugada para hacerse con el título, pero un inocente lanzamiento de Joan Cañellas, con falta incluida que los árbitros no pitaron, dejaron los últimos 20 segundos para que Suecia elaborara una jugada. El ataque concluyó con penalti justo y Gonzalo Pérez de Vargas no pudo hacer uno de sus habituales milagros.

España acaba con una muy meritoria medalla de plata y continúa entre las más grandes selecciones de Europa, pero la victoria, y con ella el tercer oro consecutivo, estuvo tan cerca, que la derrota postrera dejó a los españolas llenos de tristeza. Mañana lo verán de otra manera.