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A Simeone le crecen los enanos tras la derrota en Barcelona

El Atlético de Madrid continúa en caída libre y pierde su plaza de Champions tras caer goleado en el Camp Nou. Daniel Wass debuta como rojiblanco y se lesiona.

Simeone en el banquillo del Camp Nou.

Publicado por
Alberto Díaz

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Diego Pablo Simeone atraviesa su peor momento como entrenador del Atlético de Madrid. Esta temporada no está siendo ni mucho menos fácil para el técnico argentino, que está viendo cómo su equipo no termina de levantar cabeza y se muestra muy lejos de aquella versión del Atleti campeón. No solo tienen que ver los malos resultados a la hora de hablar de esta crisis con la que está lidiando el conjunto colchonero esta temporada, sino que también aparecen en la ecuación los problemas a nivel de efectivos. Daniel Wass llegó este invierno para reforzar al equipo, es un futbolista que puede aportar mucho, y en su debut con la rojiblanca, se lesiona. Otro quebradero de cabeza más para el Cholo.

Normalmente, en el fútbol, cuando la tendencia es negativa, todo lo que rodea al equipo parece magnificarse para mal. Y en el Atlético de Madrid parece que está sucediendo eso exactamente. Oblak ya no es el que era. La enfermería sigue llenándose. La defensa hace aguas y por mucho que se haga autocrítica después de los partidos, los errores siguen repitiéndose. ¿Tiene capacidad este equipo para levantarse esta temporada después de tantos golpes? Ahora mismo el Atlético de Madrid está en la lona.

La lesión de Wass fue la guinda del pastel

El futbolista danés Daniel Wass, debutaba en el Camp Nou como rojiblanco, y no tuvo el debut soñando. Sufrió una torsión en la rodilla derecha y a lo largo del día de hoy será sometido a pruebas para realizar un diagnóstico definitivo. El Cholo Simeone protagonizó una de las imágenes de la jornada en el Camp Nou cuando el internacional danés estaba tendido en el suelo. ¡Quería que siguiese jugando! No solo le metió prisa para que volviera al terreno de juego, sino que lo agarró para levantar al futbolista del césped cuando parecía evidente que Wass no podía seguir. Una imagen que puede traducirse en el nerviosismo que empieza ya a rodear a la figura del preparador argentino.