Joao Félix, Luis Suárez y Correa dan aire al Atlético en Pamplona

Cuando cualquier aficionado rojiblanco se temía lo peor, el Atlético de Madrid respiró al imponerse a Osasuna en Pamplona (0-3), gracias a un gol tempranero de Joao Félix, una auténtica obra de arte de Luis Suárez mediada la segunda parte y un tanto de Correa, cuando ya acababa el encuentro.

Fue la primera victoria rojiblanca lejos del Metropolitano en cuatro meses y llegó cuando más falta hacía, después del bochornoso desastre del miércoles frente al Levante y a cuatro días de la primera parte del duelo de Champions League ante el Manchester United.

Con las ausencias de Cunha y de Lemar, Simeone salió con Joao Félix y Luis Suárez en punta, con Marcos Llorente en su lugar natural, con Vrsalkjo en el lateral derecho y con Herrera, que siempre cumple, en el centro del campo. Y, en tres minutos, el Atlético atacó más que en toda la derrota ante el Levante. Dos saques de esquina consecutivos y, en el segundo de ellos, gol de Joao Félix al conectar un buen derechazo desde el interior del área después de que Luis Suárez molestara lo justo al portero osasunista Sergio Herrera. El cancerbero mirandés pidió falta, pero el contacto no fue suficiente para considerar esa acción como tal.

Con el tempranero tanto, Osasuna reaccionó y comenzó a jugar con ese ritmo brutal que le ha caracterizado en las últimas temporadas, lo que provocó que el Atlético diera un paso atrás. Pero, en esta ocasión, no de manera premeditada, sino por la lógica ofensiva de un equipo contrario tan aguerrido como el navarro.

No se volvió a acercar demasiado el Atlético al área de Herrera, no así Osasuna. Primero, el equipo rojillo pidió penalti por un manotazo de Vrsaljko sobre un atacante de Osasuna. Manotazo hubo, aunque quizá fue más natural que premeditado. Instantes después, en una de las habituales películas de miedo que supone cada saque de esquina en contra del Atlético, Budimir cabeceó, el balón fue desviado por Moncayola y acabó chochando contra el palo derecho de un ya superado Jan Oblak. Fue el propio esloveno el que detuvo el posterior disparo desde fuera del área del propio Moncayola, con el que prácticamente concluyó una muy equilibrada primera parte.

En la continuación se quedó en el vestuario Giménez, probablemente porque aún no ha superado las secuelas del COVID y apareció por allí Felipe, que en su primera acción defensiva protagonizó su octogésimoquinto error grosero de la temporada. Pero, afortunadamente para el Atlético, un compañero le salvó la papeleta.

Obra de arte de Luis Suárez

Y en esto, llegó la jugada del partido. Córner a favor de Osasuna, despejado de cabeza por un defensor atlético. El balón llega a los pies de Joao Félix que, pleno de talento, suelta un zapatazo en dirección a Luis Suárez, que arranca en posición legal. Y después de un par de toques y viendo que Sergio Herrera estaba, como es costumbre en él, exageradamente adelantando, conectó un zurdazo espectacular que, tras 40 metros de vuelo, se incrustó en las mallas de la portería del Sadar. Una auténtica obra de arte de Luis Suárez, que despertó los elogios gestuales de su propio entrenador.

Quedaba casi media hora de juego, pero el resultado parecía decidido. Y eso que Osasuna se volcó sobre el área del Atlético. Volaron los balones a un lado y al otro de Oblak, incluso el equipo navarro dispuso de alguna que otra buena oportunidad, pero se veía que hoy no era el día o que, por fin era el día del Atlético. Porque en el minuto 88, Ángel Correa, ese que nunca falla, terminó un buen contragolpe comenzado por la insistencia defensiva de ese buen canterano que es el colchonero Javi Serrano.

Tres puntos, y pese a que Simeone no dio ningún minuto al reaparecido Griezmann, un buen presagio para volver a Champions y esperar al Manchester United.