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Real Madrid 2 – 3 Chelsea: El poder del rey

El Madrid está en semifinales. Hasta perdiendo. Las cosas del Rey.

Real Madrid 2 – 3 Chelsea: El poder del rey

Real Madrid 2 – 3 Chelsea: El poder del rey

Publicado por
Miguel Queipo

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Ir a la vuelta de una eliminatoria con un 1-3 a favor, hacer un partido penoso y que el rival le pinte la cara y se ponga 0-3 y ser capaz de resurgir de sus cenizas para hacer dos goles y, pese a perder 2-3, lograr el pase a semifinales de la Copa de Europa. Son las cosas del Rey de Europa, del Real Madrid, que en un partido infartante, resuelto en la prórroga, doblegó al vigente campeón para plantarse en la penúltima ronda de su competición. We love football, aunque los del Chelsea, estos días, un poco menos.

La euforia desmedida que rodeaba la vuelta de la eliminatoria se vio aliñada también por una lona que recibió al equipo desde el Fondo Sur del estadio con el 12+1 que representa las Copas de Europa ganadas por el club blanco, un número que tanto gato daba a Ángel Nieto, expuesto sin desmenuzar. Y por triplicado. El rival vestía de amarillo, y Kanté ganó el sorteó y obligó a que el Madrid comenzara atacando en Concha Espina, al revés de lo habitual. A aquello sólo le faltaba Tuchel acariciando un gato negro y que un operario se hubiera olvidado una escalera en el túnel de vestuarios y todos tuvieran que pasar por debajo. Eu non creo nas meigas, mais habelas, hainas. Y esas cosas deberían cuidarse.

Tuchel, que el que llevaba vendiendo desde el final del partido en Stamford Bridge que la eliminatoria estaba perdida, apostó por alinear a Marcos Alonso y a Loftus-Cheek de inicio. Físico, físico y físico. Y a base de empuje, de peso sobre el campo. el Chelsea mostró las credenciales que le hicieron campeón de Europa. Es una roca y su mandíbula, contrariamente a lo que pareció en su casa, en aquel 1-3, de adamantium y no de cristal.

El Madrid apareció en su estadio aterido de frío, contagiado por el clima londinense que hubo sobre el Bernabéu todo el día. Modric y Kroos no aparecían, James anulaba a Vinicius y Benzema no encontraba un solo resquicio porque Kante, Thiago Silva y Rudiger no le dejaban respirar. Sin hacer gran cosa, Mount aprovechó un error al alimón de Nacho y Alaba para aprovechar un balón y poner el 0-1 y meter miedo en las vigas del Bernabéu.

Los de Ancelotti no encontraban resquicios, incapaces de desplegarse en ataque, así que decidieron arremolinarse junto a la fontal del área de Courtois y esperar a ver si podía lanzar alguna contra, sobre todo por el costado de un Valverde, de nuevo titular, que no pudo prodigarse tanto como quería porque Marcos Alonso le exigía una atención extrema en tareas defensivas.

No sufría Courtois, pese a que el campo estaba volcado hacia su área, pero el Madrid es que ni se aproximaba al área blue. La cosa se puso aún más fea en el inicio del segundo tiempo, cuando un cabezazo de Rudiger en un córner mal señalado (primer gol europeo en la carrera del central alemán) puso el 0-2, igualó la eliminatoria y dejó absolutamente KO al trece veces campeón de Europa, que por instantes pareció un guiñapo, y no sólo por el terrible error en la marca en ese saque de esquina.

De repente, el Madrid resucitó. Sin ritmo, ahogado, encajó el 0-3 con un remate de Marcos Alonso tras un fallo catastrófico de Mendy, pero en un rebote el balón le había rozado ligeramente la mano y el VAR anuló la jugada. Casi sin solución de continuidad, Benzema se tropezó con el larguero tras un cabezazo. Los dos chispazos incendiaron a un Bernabéu que era un velatorio, pero a los blancos, pese al arreón, les seguía faltando ritmo y agresividad para tener más peso en el partido. Kanté, convertido en un correcaminos a quien ningún coyote era capaz de hincar el diente, era un titán.

Y pasó lo que tenía que pasar, que llegó el tercero de los ingleses y esta vez no se podía anular, tras una jugada de Werner en la que fue burlando rivales que se iban desparramando por el suelo. Y poco después, Courtois salvó de manera milagrosa un remate de Havertz. Ancelotti tiró de Marcelo y de Rodrygo, y una genialidad de Modric, uno de esos pases con el exterior que le salen tan fácil, permitió al brasileño empalar el 1-3, igualar la eliminatoria y dar el silbatazo inicial a una eliminatoria de diez minutos, con el público al fin enfervorecido, pero las ocasiones seguían cayendo del lado del Chelsea, más aún porque Ancelotti tuvo que improvisar a Carvajal de central al lesionarse Nacho.

Se llegó a la prórroga por los pelos, con dos ocasiones de Pulisic en la reanudación clarísimas, pero nada más comenzar la prórroga, en el primer latigazo de Vinicius en el partido, Benzema hizo el 2-3 con un cabezazo inapelable que superó a Mendy: el meta del Chelsea había sido absolutamente transparente en la eliminatoria. Tuchel quitó a un Kanté que estaba fundido, con los blues anímicamente destrozados, quiero y no puedo, un absolutamente delicioso Havertz contra todos, y algo de terror a balón parado porque la pizarra de Tuchel funcionaba. Pero no tanto como para llevar la eliminatoria a los penaltis. El Madrid está en semifinales. Hasta perdiendo. Las cosas del Rey.

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