Lo de este chico es increíble: tras Nadal, Alcaraz gana a Djokovic en Madrid

Acaba de cumplir los 19 años y ya se agotan los calificativos para describir la manera en la que Carlos Alcaraz está revolucionando el mundo del tenis a nivel planetario. Después de ganar en los cuartos de final a Rafa Nadal en un partido que quedará para la historia del deporte, el chaval murciano ha realizado una nueva exhibición para vencer también al número 1 del mundo, Novak Djokovic.

Nadie hasta esta tarde había logrado eliminar de manera consecutiva a dos de los mejores jugadores de la historia del tenis, pero Alcaraz, que parece no conjugar el término imposible, lo acaba de conseguir. El pupilo de Juan Carlos Ferrero jugará mañana la final del Mutua Madrid Open ante el que venza la semifinal que comenzará en unos minutos y que disputarán Alexander Zverev y Stefanos Tsitsipas.

El encuentro ha durado más de tres horas y media y ha concitado la atención de los 12.500 espectadores que han llenado la pista Manolo Santana de la Caja Mágica y de los millones que han presenciado un increíble partido a través de las cámaras de Televisión Española.

Además, Alcaraz ha logrado la proeza de derrotar el número 1 del mundo después de ceder el primer set, en el que el serbio fue mínimamente superior para ganar la manga en el tie-break por 7-5 en el juego de la muerte súbita. Sin embargo, el joven tenista murciano se rehizo de la decepción y llevó la segunda manga por 7-5 demostrando un nivel excelso ante un Djokovic que pareció no notar en exceso su ausencia de las pistas de tenis en los últimos meses.

Con la pista central al grito de "Sí, se puede", el partido se encaminó al tercer y definitivo set, que se acabó alargando en más 1 hora y 20 minutos. Resultó, igual que todo el encuentro, emocionantísimo y, después de que Alcaraz desperdiciara una bola de partido, el choque llegó, de nuevo, al tie break. En el juego definitivo, la joven estrella del tenis mundial mantuvo la compostura y tuvo otras dos bolas para cerrar el partido. A la segunda, lo logró, consiguió lo que parecía completamente imposible y se clasificó para jugar su segunda final en un Masters 1000. La historia, ya absolutamente brillante, continuará mañana.