¿Y Rafa Nadal, qué? ¿Otra vez campeón en Roland Garros? Claro que sí. Y van 14

Como su admirado Real Madrid, y en la misma ciudad, Rafa Nadal acaba de lograr lo que parecía imposible, convertirse en el tenista más veterano en ganar Roland Garros, acaba de cumplir 36 años y hacerlo con una lesión crónica en el pie izquierda. Como su querido Real Madrid, el jugador balear se ha hecho con el título número 14 sobre la arena de París al imponerse en el gran final al joven noruega Casper Ruud por 6-3, 6-3 y 6-0.

Después de las intensas emociones de los duelos de cuartos de final, ante Djokovic, y de semifinales, frente al alemán Zverev y su desgraciada lesión, el partido definitivo tuvo mucho menor nivel, sobre todo porque, pese a que Ruud será mañana el número 6 del mundo, se notó mucho que era la primera vez que pasaba de cuartos de final de un Grand Slam.

Rudd, nacido en Oslo hace 23 años, se entrena desde 2018 en Mallorca y Rafa Nadal es su auténtico ídolo. Tiene pinta de convertirse en un gran jugador, aunque ni siquiera parece que sea el más destacado entre los jóvenes. Por eso, no puso demasiada resistencia ante un Nadal que, por momentos, pareció jugar con el freno de mano echado.

El primer set, que acabó con 6-3 en 48 minutos fue, probablemente, el peor que ha disputado el mejor deportista español de la historia en el actual torneo de Roland Garros, pero los innumerables errores no forzados del noruego y algún que otro detalle de Nadal, le valió para hacerse con la primera manga. La segunda, con el mismo resultado y la misma duración, fue algo mejor con Nadal creciendo y acabando por desarbolar a la joven promesa nórdica.

El tercero y último no tuvo historia y un pletórico Nadal barrió de la pista a Ruud, que pasó directamente, si es que no lo había hecho en todo el partido, a mirar admirado a su auténtico.

Este triunfo le vale el 14º título de Roland Garros para Rafa Nadal, que ha ganado las 14 finales que allí ha disputado. Unas cifras de leyenda que se completan pensando que de los 115 partidos que el balear ha disputado sobre la arena de París, solo ha perdido 3: dos ante Djokovic y aquella primera y sorprendente derrota ante el sueco Soderling.

Solo 24 días después que perdiera ante Shapovalov en Roma y abandonara la pista central del Foro Itálico completamente cojo, Nadal ha conseguido lo que, salvo para él, parecía completamente imposible, volver a ganar en París y lograr su 22º título de Grand Slam después de haberse impuesto en el Open de Australia.

Lo que vaya a hacer Nadal ahora es una incógnita porque su lesión en el pie izquierdo es demasiado importante como para seguir jugando mucho tiempo. Haga lo que haga, pasará a la historia como un jugador absolutamente incalificable, una auténtica bestia del tiempo al que, cuando quiera dejarlo, se le echará muchísimo de menos.

"No sé qué pasará en el futuro, pero lo voy a seguir intentando"

Nada más finalizar el partido, Rafa Nadal recogió por 14ª vez la Copa de los Mosqueteros y, en su discurso, además de felicitar a su rival y a la organización del torneo, pronunció la frase que todo el mundo estaba esperando: "No sé qué pasará en el futuro, pero lo voy a seguir intentando", reconoció. Habrá que seguir sus declaraciones de los próximos días, pero parece descartado, en principio, que el de hoy haya sido su último partido sobre la tierra de París.

Eso sí, seguro que aclara las palabras que pronunció después de vencer en la madrugada del miércoles a Djokovic y en las que emplazaba a los periodistas a una vez que concluyera Roland Garros para descubrir qué es lo que ha estado haciendo estos días en París para poder jugar pese a los dolores que sufre de manera crónica en el pie izquierdo.