Espectacular bronce para Katir, el español que llegó en patera desde Marruecos
La final de los 1.500 metros del Campeonato Mundial de atletismo, ganada por el británico Wightman, terminó con una fenomenal tercera plaza para el recordman nacional.
No hay nada como no tener demasiadas expectativas. La Federación Española de atletismo presentó un combinado de perfil bajo en el Mundial que se está celebrando en Eugene (Estados Unidos) teniendo en cuenta que en el Europeo de agosto en Munich las posibilidades de triunfo serían mucho mayores. Los más optimistas hablaban de alguna medalla en marcha y poco más. Y, por ahora, ya van dos bronces y no precisamente en marcha.
A la espectacular presea del domingo a cargo del navarro en los 110 vallas, de madrugada se unió otro bronce, también formidable, en este caso, en la persona de Mo Katir, que terminó tercero en la finalísima de 1.500 metros libres. El corredor español nacido en Marruecos protagonizó un carrerón, acabó parando el crono en 3:29.90, la tercera mejor marca nacional de toda la historia, y solo se vio superado por el inglés Wightman y por el noruego Ingebritsen.
Increíbles también fueron las prestaciones del salmantino Mario García Romo, criado deportivamente en Estados Unidos, que concluyó en cuarta posición, bajando su propia plusmarca en cinco segundos y llegando en 3:30.20, un tiempo solo al alcance unos pocos en todo el mundo. El tercer español participante en la final, el campeón nacional Ignacio Fontes, se tuvo que confirmar con la undécima posición.
La proeza de Mo Katir es realmente inconmensurable, más aún teniendo en cuenta su complicadísima experiencia vital. Nacido hace 24 años en la ciudad marroquí de Alcarazquivir, llegó a España cuando solo tenía 5. Lo hizo a bordo de una patera, en la única compañía de su madre y en búsqueda de un encuentro con su padre, que ya residía por aquel entonces en nuestro país. Después de una primera estancia en Huesca, se trasladó, junto a su familia, a la localidad murciana de Mula, donde comenzó a jugar al fútbol. Afortunadamente para el deporte patrio, se decantó por el atletismo donde, desde 2015 cuando logró la nacionalidad española, comenzó a conseguir triunfos.
El actual poseedor de los récords de 1.500, 3.000 y 5.000 estaba completamente emocionado a la conclusión de la prueba en Eugene. "Espero que haya hecho disfrutar a España y a mi pueblo", comentó antes de avisar que el próximo domingo ya estará en Sierra Nevada para preparar su participación en los Europeos de Munich.
Sucesor de Estévez, González y Cacho
Los 1.500 metros siempre fueron la prueba talismán de los atletas españoles, pero en los últimos tiempos se había visto superada por otras disciplinas menos habituales. Desde 1999, con Reyes Estévez en Sevilla, la mítica prueba del medio fondo no había tenido medallistas nacionales en citas mundialistas. A Estévez le precedieron auténticas leyendas como José Luis González o Fermín Cacho.