La tensión continúa en aumento entre el Barça y Frankie De Jong
Desde hace semanas, la relación del holandés y la directiva del Barcelona está rota. El futbolista pretende quedarse, pero el club quiere que salga a toda costa para liberar masa salarial.
De Jong con el rostro serio en la presentación del equipo en el Camp Nou.
No todo son buenas noticias en el Fútbol Club Barcelona este verano. La entidad azulgrana está disfrutando de un verano cargado de ilusión gracias a todos los fichajes importantes que ha conseguido realizar Joan Laporta gracias a su "juego de las palancas", pero detrás de esa ilusión existen sombras que enturbian un poco el ambiente dentro del vestuario culé, es el caso de Frankie de Jong. El mediocentro holandés lleva semanas en la rampa de salida, prácticamente desde que se abrió el mercado de fichajes, aunque sí que es verdad que tras las primeras negativas a clubes como el Bayern o el Manchester United, Laporta intentó negociar con el jugador para encontrar alguna opción viable para que se quedara, pero nada más lejos de la realidad. De Jong es un problema para los directivos del Barça. Necesitan liberar masa salarial porque pretenden hacer más fichajes y Frankie maneja una de las fichas más altas de la plantilla.
De hecho, ya son varios los medios holandeses que se hacen eco de la situación argumentando que el jugador está empezando a cansarse de verdad, sobre todo teniendo en cuenta que el internacional holandés llegó al punto de tener que soportar una amenaza de la junta del club a través de una carta con el fin de invalidar su contrato y llevarlo a los tribunales según publica el periodista David Orstein en The Athletic. Una amenaza que no ha sentado bien al propio De Jong y que, según el mismo medio, Evgeni Levchenko, presidente del sindicato de jugadores de los Países Bajos, podría ser considerada como extorsión.
La idea de Laporta y los suyos era la de anular el contrato de De Jong; contrato que se firmó con la junta de Bartomeu el 20 de octubre del 2020 por el cual el jugador ampliaba su vínculo con el Barcelona hasta el 2026 a cambio de bajar su salario en las campañas 20-21 y 21-22. Un acuerdo muy parecido al que en esas fechas cerraron Ter Stegen, Piqué y Lenglet. La actual junta del Barça presidida por Laporta consideraba que los términos de esta renovación eran ilegales y mediante la carta mencionada anteriormente se amenazaba al jugador con llevar el contrato a los tribunales para poder extinguirlo vía judicial.