Una increíble segunda parte lleva a España a luchar por las medallas del Europeo
Finlandia llegó a tener hasta 15 puntos de ventaja rondando el descanso, pero el equipo de Scariolo, con un sensacional Willy Hernangómez y con partidazo de Juancho y Rudy, remontó a tiempo.
Sorprendieron los finlandeses, incluidos a todos esos que ven sus partidos habitualmente y que conocen a algunos de sus mejores jugadores, algunos estrellas en la NBA, como Markkanen, otros, bien conocidos por los aficionados de la Liga ACB, como Salin, Valtonen o el veterano Koponen. Sorprendieron y mucho, ya que, a su habitual desparpajo y rapidez en el contragolpe, añadieron una inusitada eficacia en el lanzamiento, especialmente en los triples, y una extraordinaria agresividad defensiva que complicaron el partido desde casi el salto inicial.
Porque el 8-2 favorable a España del primer minuto fue solo un espejismo. Rápidamente, los fineses, verdugos de Croacia en octavos de final, se echaron a correr y comenzaron a anotar sin ninguna compasión con un rival en teoría, solo en teoría, bastante superior. Las ventajas nórdicas empezaron a ser importantes y se situaron en un concluyente 19-30 al final del primer cuarto.
Parecía que Lorenzo Brown, a diferencia de lo que sucedió el pasado sábado en la estupenda victoria ante Lituania, no tenía su día y la vida le dio a España el partidazo que, ya a estas alturas estaban empezando a hacer los hermanos Hernangómez. Pese a ellos, Finlandia no dio descanso al equipo de Scariolo y llegó a contar con una ventaja de 15 puntos (33-48 en el minuto 15). Un último arreón hispano hizo que la ventaja finesa disminuyera y se llegara al descanso con un 43-52 que daba cierta esperanza al equipo nacional.
Pero todo cambió al inicio del tercer cuarto, un cuarto absolutamente glorioso para España. Empezó a brillar Brown, lo siguieron haciendo los hermanos Hernangómez y se fueron uniendo, uno a uno, el resto de los jugadores españoles. La ventaja se les fue escapando a los finlandeses, que ya no veían el aro con la claridad de esos espectaculares, para ellos, primeros minutos.
España logró lo que parecía impensable, empatar el partido, con el 63-63 y desde ahí, todo fue favorable para el equipo que tan brillantísimamente dirige Sergio Scariolo. Se apuntaron a la revolución el mejor defensa del campeonato, el malagueño Alberto Díaz, su compañero en Unicaja Darío Brizuela y ese joven de 36 años llamado Rudy Fernández que, a los 5 balones robados, empezó a sumar sus característicos triples inverosímiles. El tercer cuarto concluyó con un parcial sideral de 30-15.
En el último y definitivo todo marchó sobre ruedas. Ahora era a los finlandeses a los que no les entraban los triples y era España el equipo que jugaba a placer. Con varios triples de Rudy, de Brizuela y uno incluso de Garuba, se llegó a una victoria (100-90), que tuvo en los 27 puntos de un extraordinario, de nuevo, Willy Hernangómez, a la máxima estrella hispana.
Solo lo creían ellos y su venganza por nuestro escepticismo ha sido clasificarse para jugar las semifinales del Europeo. Será el próximo viernes frente al equipo que venza en el enfrentamiento de esta noche entre Alemania y Grecia. Visto lo visto, será mejor no hacer pronósticos.