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España no juega finales, las gana: increíble y gigantesco oro en el Eurobasket

La selección gana su cuarto campeonato de Europa, sin duda, el más inesperado y meritorio de todos, al derrotar a Francia (88-73)) con una exhibición descomunal de Juancho Hernangómez.

España no juega finales, las gana: increíble y gigantesco oro en el Eurobasket

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Se acabó el Europeo y se agotaron los adjetivos para describir una de las mayores hazañas del baloncesto español en toda su formidable historia. Porque, para una selección que ha ganado dos Mundiales, el Europeo que acaba de vencer a Francia en Alemania, es, con diferencia el más meritorio de todos. Con un equipo de circunstancias, la exhibición ha sido portentosa y las lágrimas en el banquillo al finiquitar el triunfo absolutamente emocionantes y más que merecidas.

El partido comenzó bien para España con Willy Hernangómez dominando en la pintura a uno de los máximos taponadores de la NBA, el gigantón francés Rudy Gobert. La primera diferencia amplia para fue de 14-5, merced a una extraordinaria defensa y a buen acierto anotador en campo contrario. El primer cuarto concluyó con un más que esperanzador 23-14. Y ahí empezó el huracán español, que dejó un segundo cuarto para enmarcar en la historia del mejor baloncesto español de la historia.

Fueron minutos absolutamente mágicos del cuadro de Scariolo, con un grandísimo protagonista sobre todos los demás, Juancho Hernangómez, que anotó del tirón hasta 6 triples consecutivos en una racha increíble y vista muy pocas veces. Francia, aturdida, no paraba de perder balones y España, en las manos del actor de Hollywood, no dejaba de anotar. Así se llegó hasta los 21 puntos de ventaja.

Lógicamente, aquello no era lo habitual ni lo esperado. Y la reacción de Francia, que tenía que llegar, llegó, pero en ningún momento se vio concluida y eso es lo importante. El final del segundo cuarto ya fue completamente galo, al igual que el comienzo de la segunda parte hasta llegar a conseguir un parcial clarísimo de 16-0. Pero Francia no consiguió ponerse por delante, "solo" se llegó a poner a 3 puntos (49-46).

Era el momento del valor, de la osadía y de la autoconfianza y son tres sustantivos a los que se ha hecho absolutamente merecedor este sensacional grupo en el que nadie, repito nadie, creía hace 15 días y que llevaba dos semanas haciéndonos soñar. Y España en absoluto se vino abajo, sino todo lo contrario, y volvió a construir una interesantísima ventaja, basada en una fantástica conexión entre Brown y Willy y en el absolutamente increíble anotador de Juancho Hernangómez y en la fantástica participación de otros secundarios pero importantísimos Rudy Fernández y Jaime Fernández.

Ni siquiera sacó a España del partido la jugada más polémica del encuentro. Con 68-60 a favor de España, la mesa indicó que el tiempo de lanzamiento había concluido, pero la repetición demostró que el balón había tocado el aro. Scariolo lo reclamó y le señalaron técnica, no sin antes reconociendo el árbitro que había sido un error. "Pero esto es una final", gritaba el técnico italiano. Y ni aún así, España se desfondó. Y, a falta de 4 minutos, la ventaja española seguía siendo de 9 puntos (75-66). Pero Alberto Díaz, al momento, con otro triple estableció la ventaja en 12 puntos más que esperanzadores, aunque sin ningún ánimo de confianza por parte del equipo español.

La selección española afrontó los últimos dos minutos de la final con 10 puntos de ventaja, después de varios ataques inteligentísimos de ese hombre tranquilo que es Lorenzo Brown y dos tiros libres convertidos por el héroe Juancho Hernangómez. España sentenció la final con un triple del grandísimo Alberto Díaz, que puso los 15 puntos a minuto y medio de la finalización del encuentro.

El resultado final fue 88-76, aunque fue casi lo de menos. Lo de más, todo el resto. El increíble y sensacional resto.

Willy Hernangómez, MVP del Campeonato

En el quinto ideal del torneo formaron parte, con toda la justicia, Lorenzo Brown y Willy Hernangómez. Les acompañaron el alemán Schroder, el francés Gobert y el griego Antetokumpo. Y el trofeo al mejor jugador del campeonato, también justo e increíblemente emocionante, fue para Willy Hernangómez.

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