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Una defensa de chiste complica a España la final four de la Nations League

Suiza gana por primera vez en la historia en España (1-2) en un encuentro lamentable de la selección nacional, que tendrá que ganar el martes en Braga a Portugal para jugar la final four.

Yéremi Pinto intenta batir al suizo Sommer.

Yéremi Pinto intenta batir al suizo Sommer.

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De inicio, Luis Enrique siguió con sus cosas, dando minutos a jugadores que apenas los tienen en sus equipos. Fueron titulares Marco Asensio, Jordi Alba y Ferrán Torres. Completaron el once Unai Simón en portería, Azpilicueta y los blandísimos Pau Torres y Eric García en defensa, el tridente del Barça en el centro, Busquets, Pedri y Gavi, con Pablo Sarabia, acompañando a Torres y a Asensio en punta. Es decir, sin delantero centro y, al menos en la primera parte, sin casi nada.

Porque los primeros 45 minutos de la selección española fueron, siendo muy benévolo, extremadamente discretos. Con ausencia total de ideas, sin apenas oportunidades de gol, con esa posesión improductiva que a nadie gusta y con algunos errores casi groseros. Mal, en una palabra.

Suiza vio las debilidades defensivas, tanto en el medio del campo como en la retaguardia del once español, y jugó de manera más ofensiva que en las últimos partidos con el célebre Embolo, al que España convirtió en bota de oro, poniendo en apuros a los defensas hispanos cada vez que tocaba el balón y con el veterano Shaquiri jugando libre, sin demasiados problemas.

El encuentro se iba desarrollando en el más absoluto de los tedios con, si acaso, alguna oportunidad helvética que Unai Simón atajó sin problemas. Sin embargo, no lo pudo hacer en el saque de esquina que Akanji cabeceó a la red. El balón venía tan alto que daba tiempo a despejarlo de mil maneras, pero el nuevo jugador del City de Guardiola se aprovechó de la fragilidad de los centrales españoles para picar un balón que, al entrar en contacto con el césped, salió despedido haciendo imposible la estirada del portero del Athletic Club.


En el vestuario, Luis Enrique decidió no hacer cambios y, por tanto, nada cambió en los primeros minutos de la continuación. Algo más de ataque, sí, pero con nula profundidad. Hasta que llegó una buenísima jugada de Marco Asensio por la banda derecha penetrando hacia el centro, con un desmarque estupendo de Sarabia que se llevó al lateral izquierdo suiza dejando un pasillo que aprovechó Jordi Alba de la mejor manera, marcando un buen gol.

Gol suizo de auténtico chiste

Pero el desbarajuste continuó acto seguido con el segundo gol suizo, que llegó en el minuto 57, solo tres minutos después del tanto español. Fue de auténtico chiste. Otro córner dramáticamente defendido por el equipo de Luis Enrique. Nadie en el primer palo, donde golpeó Akanji, y muchos jugadores, pero todos desacertados, en el centro del área, donde Embolo parecía haber desviado desvió a gol, pero el que lo hizo en último término fue Eric García. Surrealista el tanto y escandolosos los problemas defensivos de España a balón parado.

Con 1-2 en el marcador de La Romareda y con Portugal ganando en la República Checa, Luis Enrique reaccionó y cambio la delantera por completo. Se fueron Asensio, Ferrán Torres y Pablo Sarabia y entraron Yéremi Pino, Borja Iglesias y Nico Williams, en lo que supuso el debut en la absoluta de estos dos últimos.

Suiza pudo marcar en una nueva "exhibición" defensiva de España, con Unai Simón errando de manera lastimosa, pero, afortunadamente, los delanteros helvéticos se equivocaron y no pudieron convertir la ocasión en un gol que hubiera prácticamente sentenciado el encuentro.

Con 25 minutos por delante, España vio que no podía seguir haciendo el ridículo de esa manera y empezó a atacar la portería suiza. Borja Iglesias es un delantero centro de manual y, tanto Williams como Yéremi son, sobre todo, alborotadores. Y llegaron las oportunidades, aunque, en un principio, sin demasiado acierto.

Lo intentó la selección, también con la entrada de Marcos Llorente y Carlos Soler, pero ni Sommer, el portero suizo, tuvo que realizar paradas de indudable mérito, ni su propio equipo se vio acosado por el empuje español. Hubo ataques, claro, pero ninguno de peligro manifiesto como para poner en jaque la histórica victoria suiza.

Decepción total en Zaragoza y para todos a solo dos meses de la cita mundialista. Eso sí, lo de la Nations League aún se puede arreglar ganando el martes en Braga a Portugal. Jugando como esta noche, desde luego, es imposible.

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