Al menos 127 muertos y más de 180 heridos en un partido en Indonesia

La Policía indicó que los disturbios ocurrieron la noche del sábado en el estadio Kanjuruhan, en la provincia de Java Oriental, en un partido en el que el equipo Arema fue derrotado 2-3 por el Persebaya Surabaya.

Según explicó el jefe de policía de Java Oriental Nico Afinta en rueda de prensa, 24 personas perdieron la vida en el interior del estadio, mientras que las demás fallecieron en el hospital. Entre las víctimas había un niño de cinco años.

Por lo menos otras 180 personas resultaron heridas en los hechos y se encuentran bajo tratamiento médico en diferentes hospitales de la región.

Afinta indicó que la mayor parte de las muertes se produjo por asfixia cuando la gente intentaba huir de la pelea generalizada y viéndose dentro de una estampida de aficionados.

"Era un espacio lleno de gente, que provocó dificultad para respirar, falta de oxígeno, que el equipo médico y el equipo conjunto intentaron facilitar en el estadio", señaló el comisario.

Joko Widodo, presidente indonesio, expresó "sus más sentidas condolencias" y anunció que ha solicitado "una evaluación exhaustiva de la ejecución de los partidos de fútbol" y de "los procedimientos de seguridad para su celebración", así como una investigación para "averiguar a fondo" los sucesos en Malang.

Todo empezó cuando cerca de 3.000 hinchas del equipo perdedor irrumpió en el campo y empezó a atacar a los jugadores. Esto causó un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad que no dudaron en utilizar gases lacrimógenos en un intento desesperado de controlar la situación.

Críticas por el uso de gases lacrimógenos

"El gas lacrimógeno solo debe usarse para dispersar multitudes cuando se ha producido una violencia generalizada y cuando otros métodos hayan fallado. Se debe advertir a la gente que se usará gas lacrimógeno y permitir que se disperse", expresó en nota el director ejecutivo de Amnistía Internacional Indonesia, Usman Hamid.

Mahfud MD, ministro coordinador de asuntos de Seguridad, ha difundido algunas irregularidades en la celebración del encuentro, como la venta de 42.000 entradas, cuando el estadio solo tiene capacidad para 38.000 espectadores. Ha subrayado también, que el estallido no ha tenido que ver con un enfrentamiento entre hinchas de ambos equipos, porque los aficionados del Persabaya no tenían permitido asistir el encuentro."Las víctimas murieron generalmente por empujones, apretones y pisotones, y por falta de aire", ha asegurado el ministro a través de Instagram. "No hubo víctimas de palizas ni de persecución entre aficionados”.

la Liga de fútbol de Indonesia suspendió todos los partidos durante una semana, mientras que la Asociación de Fútbol del país (PSSI) anuncia que se abrirá una investigación para aclarar los hechos.