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Doble debacle del Barça: cae ante el Bayern y tendrá que ir la Europa League

El cuadro azulgrana perdió por 0-3 contra los alemanes y antes del inicio del encuentro ya sabían que tendrían que jugar la Europa League porque el Inter de Milán le ganó al Viktoria Plzen.

Sadio Mané anotando el primer gol del Bayern contra el Barcelona.

Publicado por
Alberto Marrero

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El Barcelona perdió por 0-3 frente al Bayern de Múnich en el Camp Nou en un partido en el que ya no había nada en juego porque antes de empezar ya sabía que por segundo año consecutivo jugarían en febrero la Europa League. El milagro ni se atisbó ya que el Inter se impuso al Viktoria Plzen dos horas antes. Ni las palancas ni los fichajes han cambiado la dinámica del Barça en competición continental y ahora tendrán que acostumbrarse a jugar los jueves y tratar de encontrar el motivo por el que ante los grandes no consiguen hacer nada.

Minutos antes de que arrancase el choque se confirmaba lo que se presagiaba desde hace dos semanas: el Barça estaba eliminado de la Champions League. Por segundo año consecutivo el equipo de Xavi sale rebotado a la competición de plata del fútbol europeo. Un nuevo fracaso culé y es uno más en la lista de noches negras en la Liga de Campeones, que ya venían ocurriendo desde la era Messi, aunque ahí era en las rondas finales. Algo para que se lo miren en el Camp Nou porque mientras esto ocurre su eterno rival se ha hinchado a levantar orejonas. Y no hay ni árbitros, ni polémicas ni lesiones que justifiquen esto.

Ahora sólo estaba en juego la dignidad y un pellizco económico, el que paga la UEFA por victoria. Porque esto último es muy importante porque ir a la Europa League es un bajón de ingresos y eso puede llevar a Laporta el próximo verano a seguir vendiendo activos del club hasta quedarse sólo con los focos que iluminan el Camp Nou. Para dar una pequeña alegría a la afición Xavi salió con: Ter Stegen; Bellerín, Koundé, Marcos Alonso, Balde; Busquets, De Jong, Kessié, Pedri; Dembélé y Lewandowski.

El fútbol es como la vida, no entiende de penas y todo sigue transcurriendo. El Barcelona llegaba con la moral por los suelos y el Bayern clasificado ya, pero los alemanes son unos animales competitivos y no iban a tener piedad. A los de Xavi no parecía salirle absolutamente nada, ni en ataque ni en defensa y los bávaros mordieron desde que pudieron. El Mia San Mia se imponía al Més que un club.

La primera ocasión llegó en el minuto 9 y Sadio Mané hincó el diente. Defensa del Barça adelantada y pase en profundidad al senegalés, que gana en velocidad a un Bellerín que rompía el fuera de juego y después definió picando el balón por encima de Ter Stegen. Se venía noche larga, trágica, decepcionante y cualquier adjetivo negativo que salga en el diccionario.

A la media hora llegó el segundo. Otra vez la defensa adelantada y Bellerín rompiendo el fuera de juego. Esta vez el pase al espacio fue para Choupo-Moting, que se planta con comodidad delante de Ter Stegen y el ex del PSG definía con un cañito al guardameta alemán. Hasta pudo caer el tercero al borde del descanso, pero Bellerín y después el guardameta culé lo evitaron. En la contra se señaló penalti de De Ligt a Lewandowski, pero el colegiado fue a ver la acción al monitor y lo anuló. Pitada monumental del Camp Nou al árbitro, a la UEFA, al fútbol y a todo en general.

En cuanto al juego del Barça, no salía nada. Lewandowski estaba más perdido que Frank Cuesta en una ciudad. Además De Ligt le estaba secando, igual que Alphonso Davies a Dembélé. Pedri no sabía si tenía que estar en el centro o irse al extremo. En definitiva, un despropósito. Realmente, en los 45 primeros minutos los culés, creo, ni se habían enterado que Neuer no estaba jugando y que la portería del Bayern de Múnich la estaba defendiendo Ulreich.

Incapaces ante los grandes

Los más peligroso del Barça en el primer acto, un centro de Dembélé que no tuvo rematador, un pase del francés después de superar a dos rivales que no llegó a Pedri y una falta que Lewandowski estrelló en la barrera. Otra cosa reseñable, una amarilla para Sergio Busquets que acarrea sanción y este podría ser, casi con total seguridad, el último partido de Champions League que dispute con el Barça porque todo apunta a su marcha a final de temporada.

Parecía que Xavi consiguió tocar algo en el amor propio de los futbolistas porque en el descanso salieron con algo más de actitud. Busquets chutó a las nubes, pero otra vez la fragilidad defensiva estuvo a punto de castigar a los azulgranas. Un pase medido y perfecto de Kimmich a Gnabry acabó en gol, pero el extremo alemán estaba ligeramente adelantado y por suerte para el Barça este tanto no subió al marcador.

Xavi movió el banquillo y optó por quitar del campo a Busquets y Pedri para que entrasen Ferran Torres y Raphinha. En el cuadro rival entró Thomas Müller, el azote del barcelonismo en estos últimos años. La afición se lo reconoció con una tremenda pitada, que a oídos del mediapunta alemán era una sinfonía de Johann Sebastian Bach. Tuvo sus minutos también Ansu Fati y fue capaz de intentar recortar distancias, pero cuando no sale nada no hay nada que hacer.

Por mucho que el Barça rondó el área del Bayern de Múnich el gol no llegó... y ni siquiera un disparo entre los tres palos. Sí llegó en su contra en el tiempo de descuento. Pavard cerró la goleada tras un córner y un despiste defensivo brutal. El pitido final puso el colofón a un día para olvidar en la entidad azulgrana, que después de tantas palancas y tanto gasto económico tendrán que jugar por segundo año consecutivo la Europa League. Un ridículo para un club de tal enjundia, que pasa de disputar partidos europeos martes o miércoles a hacer los jueves en la competición de plata del viejo continente.

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