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Messi ya tiene su Mundial tras una final apoteósica que se decidió en penaltis

Argentina es la nueva campeona del mundo después de imponerse a Francia en la tanda de penas máximas gracias a Messi y Emiliano Martínez. Mbappé se conformará con llevarse la Bota de Oro.

Leo Messi besa la Copa del Mundo.

Publicado por
Alberto Marrero

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Argentina, Messi y Emiliano Martínez hicieron historia al sumar la tercera estrella para Argentina al conquistar el Mundial de Catar en una final histórica. La albiceleste iba ganando 2-0 y se dejó empatar. En la prórroga se volvieron a adelantar, pero, una vez más, Mbappé, que firmó un hat-trick, igualó la contienda. Todo acabó decidiéndose en la tanda de penaltis, donde el Dibu volvió a convertirse en héroe.

Cuatro años esperando este día. Y ahora que ha terminado el encuentro a esperar otros tantos, aunque será algo menos porque después de un Mundial extraño por disputarse entre noviembre y diciembre, el próximo será en verano. Pese a ello, una Copa del Mundo siempre ha sido especial para cualquier aficionado al fútbol y esta no iba a ser menos.

Todo futbolista sueña desde pequeño con este día. La ilusión de llegar a una final del Mundial y poder tocar el título porque eres campeón no desaparece como sí lo hacen otros deseos que nos nacen cuando somos chicos. 26 jugadores acaban de escribir su nombre en dorado en la historia del fútbol y de su país tras una gesta histórica que ya quedará marcada en la vida en miles de personas de una generación que escuchaban las historias de padres en las que se hablaba de Maradona.

Ahora ellos, en el futuro, podrán hacerlo sobre Leo Messi y su banda. De la manera en la que perdieron el primer choque del Mundial y cómo se levantaron afrontando cada partido como un match-ball. En como el ’10’ se echó al equipo a la espalda repartiendo asistencias, haciendo goles y superando rivales como lo hacía Diego. De Rodrigo de Paul, Enzo Fernández, Di María y toda su guardia pretoriana. Y, no olvidarse, de la Scaloneta.

El partido parecía que Argentina iba a encarrilarlo por la vía rápida. Porque durante la primera mitad la albiceleste pasó por encima a la que era vigente campeona del mundo y de Kylian Mbappé, que no lograron a tirar a portería en los primeros 45 minutos. Los sudamericanos movieron la bola como la samba brasileña y los de Deschamps no encontraban la forma de poder contrarrestar el juego del rival.

Pasado el cuarto de hora llegó un polémico penalti de Dembélé sobre Ángel Di María. Discutido, la verdad, pero el VAR no entró y Leo Messi agarró la pelota. Silencio en todo el planeta. El rosarino cogió carrerilla y engañó a Lloris para abrir la lata. Emoción en el Lusail, alegría total a los jugadores que se fueron a por su capitán. Imagínense Buenos Aires o cualquier lugar de Argentina.

Al superar la media hora llegó el segundo mazazo para los franceses. Pérdida de los galos y contragolpe letal del combinado albiceleste. Toque sutil de Messi para Mac Allister, que controla y conduce antes de dar un pase con el que dejó solo a Di María. El Fideo batió a Lloris y sumaba el segundo para los suyos. Lágrimas en los ojos del extremo zurdo. Pura felicidad en los argentinos. Puro nerviosismo y desesperación en Francia.

Didier Deschamps no veía nada claro y en el 40’ optó por algo que es raro que se vea. Quitó a Giroud y a un Dembélé que empezó bien el Mundial pero que ha ido a menos. Thuram y Kolo Muani entraron por ellos, pero poco pudieron cambiar en esos minutos. Habría que esperar a la segunda mitad para saber surtirían efecto estas sustituciones.

Mbappé hace soñar a Francia

En el segundo acto la defensa de Argentina continuó siendo inquebrantable hasta los últimos 10 minutos. Francia se estrellaba una y otra vez contra un muro que daba más seguridad que una comisaría entera de la policía. Les Bleus no podían pasar de zona de tres cuartos y la albiceleste, por su parte, sí que incordiaba a un Hugo Lloris que tuvo que sacar varias.

Argentina continuaba paseándose, pero dejó de hacerlo cuando Di María fue sustituido por Acuña. Francia ni aparecía sobre el verde, no había ni rastro de esa selección que iba a comerse a cualquier rival en el Mundial, pero de la nada, faltando 10 minutos, se encontraron con una mínima esperanza. Otamendi cometió un penalti y ahora era Kylian Mbappé el que asumía la responsabilidad. El Dibu Martínez le adivinó el lado, pero no llegó a detenerlo y no pudo convertirse, de nuevo, en héroe.

Y en esto del fútbol puede pasar de todo. En apenas un par de minutos una pérdida de Messi en la medular acabó con una combinación de pases que finalizó Mbappé con una volea imparable que acabó en el fondo de la red. Emiliano no pudo hacer nada y se desataba la locura. Además, Kylian se colocaba en solitario como el máximo anotador de esta Copa del Mundo, hasta que en la prórroga lo volvió a empatar Messi.

Directos a la prórroga

Quedó muy tocada Argentina y Francia no se pudo aprovechar. Coman se estaba zampando a Acuña y Tagliafico por el costado derecho y Camavinga se lucía en el lateral izquierdo, pero fue Messi el que disfrutó de la última del partido. Lo que podía haber sido épico lo evitó Lloris e inmediatamente después sonó el pitido final, lo que significaba que la final del Mundial se iba a la prórroga.

En la prórroga Francia volvió a arrinconar a la albiceleste, pero quien disfrutó de las mejores ocasiones del primer tiempo fue Lautaro. En la primera desperdició una oportunidad de oro por no chutar de primeras y en la segunda le incomodó Upamecano. En el 108’ llegó la explosión de alegría para los argentinos cuando vieron a su ídolo, a su leyenda y al mejor jugador de la historia hacer el tercero.

El Dibu obra el milagro

Lautaro bajó un balón y terminó disparando a portería, pero Lloris la paró. El rechace le fue a Lionel Andrés Messi Cuccittini que mandó el balón dentro. Koundé la sacó desde dentro y el reloj avisó a Marciniak. Pero llegó el tercer penalti del choque. Montiel tapó un disparo con la mano y Mbappé iba de nuevo al punto de cal. Esta vez engañó al Dibu Martínez y Kylian firmó su hat-trick para que la final se decidiese en la tanda. Y porque también lo quiso Dibu Martínez, que firmó un paradón tremendo a Kolo Muani a lo Iker Casillas en Sudáfrica 2010.

Tocaba que todo se decidiese en la portería del fondo de la albiceleste. Mbappé y Messi comenzaron anotando los suyos. El Dibu Martínez paró el de Coman y Dybala no falló y daba la ventaja a Argentina. Tchouaméni pagó su juventud y mandó el suyo fuera y Leandro Paredes aumentó la diferencia. Kolo Muani mantuvo la esperanza, pero Montiel enmendó su error haciendo el penalti de la prórroga permitiendo a Argentina ser campeona del mundo.

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