A un pobre Barça le bastan tres minutos para consolidar la ventaja en la Liga

El Fútbol Club Barcelona sale de esta jornada con los mismos ocho puntos de ventaja frente al Real Madrid después de ganar al Cádiz (2-0) en un partido muy gris que se decidió con los goles de Sergi Roberto y de Lewandowski en los últimos minutos del primer tiempo. Este es, evidentemente, un hecho que debe llevar la alegría a la parroquia blaugrana, pero, durante gran parte del encuentro, el partido estuvo dominado por el Cádiz, lo que no es ninguna buena señal de cara a la final del jueves en Manchester.

El choque estuvo absolutamente equilibrado y, en ningún momento, el Cádiz demostró por qué ocupa los últimos puestos de la clasificación y, lo que es peor, por qué el Barcelona domina de largo la clasificación de la Liga. Al cuadro de Xavi Hernández le bastaron con tres minutos de inspiración, los que van del 43 al 46, para cerrar una victoria muy gris.

Primero marcó Sergi Roberto, quizá uno de los pocos futbolistas salvables del equipo blaugrana, y después Robert Lewandowski, que de esta manera rompió una racha poco favorable para un delantero polaco que encabeza la lista de máximos artilleros con 15 tantos.

Con esos dos goles y esa ventaja, el Barcelona se echó a dormir para desesperación de los aficionados blaugrana que sí, ven cómo Ter Stegen bate todos los récords habidos y por haber en cuestiones de imbatibilidad, pero no disfrutan nada con el juego de su equipo.

Las estadísticas refuerzan la idea del compadreo entre el Barça y los árbitros

De hecho, el Cádiz podría haber acortado distancias si el árbitro, González Fuertes, no hubiera anulado, en una decisión bastante polémica, un gol a Roger por falta a Ter Stegen. Pese a la decepción por la anulación del tanto, el equipo cadista no se arredró y, al observar las limitaciones de un Barça defensivo y poco estético, siguió atacando. Tanto fue así que dos remates del Cádiz, obras del Choco Lozano y de Chris Ramos, terminaron impactando en el poste del portero alemán.