Fernando Alonso se cita con Verstappen para ganar el Gran Premio de Baréin

La última vez había sido en Mónaco, en 2014, hace casi nueve años. Pero en Sakhir, el circuito que alberga la primera carrera del Mundial 2023 de Fórmula 1, el Gran Premio de Baréin, Fernando Alonso, que estrenaba su Aston Martin AMR23 en una prueba puntuable del Campeonato del Mundo, llevó al monoplaza verde a la primera posición. Fue el más rápido a una vuelta, con neumáticos rojos (los más blandos) y en la simulación de carrera le aguantó el pulso al Red Bull del vigente bicampeón del mundo, Max Verstappen, segundo. La lucha entre ambos está servida.

Es cierto que los equipos, hasta la qualy de mañana, esconderán algunas de sus cartas, pero también es innegable que ninguna de esas cartas es un as. Se desconocen las cargas de gasolina de los monoplazas (se estima en tres décimas por vuelta el déficit por cada diez kilos de combustible extra) y también los mapas motor (si iban con el modo donde los propulsores entregan toda la caballería o aún se podían exprimir un poco más), pero el resultado es el que es: Alonso primero y todo un país soñando con la Trigésimo Tercera. La 33. Un sueño.

El Aston Martin se mostró como un monoplaza muy fácil de conducir. Lance Stroll, con lesiones en la muñeca derecha y en la pierna derecha, en su primera toma de contacto con el monoplaza, fue muy veloz, lo que habla maravillas del monoplaza de Silverstone, reconstruido de arriba a abajo para esta campaña. Con una tracción fabulosa a la salida de las curvas lentas y con la potencia de su motor Mercedes en la recta, sólo la estabilidad del Red Bull permite a los del toro cuestionar la supremacía del monoplaza esmeralda, bendito verde esperanza.

Queda mucha tela por cortar. Este sábado, en la qualy, nadie esconderá ya sus cartas. Aston Martin deberá demostrar que su estructura y procedimientos en carrera están a la altura de los maravillosos automatismos de Red Bull y del resto de competidores, y que su capacidad de evolución durante la temporada puede seguir el ritmo de la de Milton Keynes, y eso son palabras mayores. Pero al menos en el primer día de este larguísimo Mundial de veintitrés carreras han hecho soñar a Alonso y a todo el país que tiene en la mochila.

Mal Ferrari

Un país ilusionado por Alonso pero desilusionado, como toda Italia, por el rendimiento de Ferrari. Los monoplazas rojos tuvieron serios problemas de rebote y de degradación en simulaciones de clasificación y en el primer tramo de cada stint, aunque luego se reponen, y no parecen adversarios por la victoria. Como tampoco los Mercedes, demasiado atrás. Alonso-Verstappen. Ambos se idolatran y todo apunta a que pelearán por la pole y la victoria en este estreno mundialista. ¡Qué bonito!