Rafa Guerrero suelta en El Chiringuito la bomba que deja en evidencia a Negreira
El que fuera mítico asistente arbitral, actual colaborador del programa de Pedrerol, descubrió el verdadero peso que tenía el colegiado catalán al que pagaba el Barcelona en el CTA.
A muy pocas horas de que Joan Laporta dé sus particulares explicaciones sobre uno de los mayores, si no el mayor, escándalo en la historia del fútbol español, una voz autorizada soltó la gran bomba. Rafa Guerrero, mítico asistente arbitral y colaborador desde hace muchos años de El Chiringuito, destapó en el programa de Josep Pedrerol la verdadera labor que José María Enríquez Negreira desempeñaba como vicepresidente en el Comité Técnico de Árbitros (CTA).
Hace dos meses, periodistas de la Cadena SER en Cataluña informaron de la larguísima relación contractual que el Fútbol Club Barcelona mantuvo con una empresa del exárbitro catalán mientras este era vicepresidente del CTA. Posteriores informaciones han cifrado en más 7,3 millones de euros los desembolsados por el club blaugrana en un contrato que comenzó en 2001 y se mantuvo hasta 2018, justo cuando Rubiales fue proclamado presidente de la Federación Española de Fútbol y Negreira salió del Comité.
Hasta ahora, todas las versiones, incluidas las de los pocos colegiados de aquella época que se han pronunciado, han ido encaminadas a minusvalorar la influencia del exárbitro catalán en el CTA. Sin embargo, anoche Rafa Guerrero rompió esa línea y derivó sus comentarios hacia otro lugar completamente diferente.
El asistente leonés comenzó afirmando que Enríquez Negreira "no era ningún monigote, puesto allí por el ayuntamiento". "Era la mano derecha, total y absoluta, del presidente del CTA Victoriano Sánchez Arminio, que lo tuvo ahí siempre, pasara lo que pasara. Si había que ir con alguien a algún sitio, siempre iba con él".
Rafa Guerrero continuó asegurando que Negreira estuvo en el comité de designación. "Yo noté siempre siempre una sensación de proximidad. Estoy cansado de que se diga que allí no pintaba nada, que fumaba y miraba. En mis 14 años allí, Negreira pintaba lo que tenía que pintar. Era una mano derecha para el presidente del CTA. Lo que yo vi y viví", afirmó, rotundo, Rafa Guerrero.