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Vinicius y Jenni Hermoso: cómo pasar de “víctima” a “mentiroso” en un pestañeo

Él es una presunta víctima de racismo y ella de machismo, pero el trato social y mediático no es ni parecido. Al futbolista del Real Madrid se le cuestiona sin pudor. Hermoso es intocable.

El jugador de fútbol Vinicius Jr. a su salida de los Juzgados de Plaza de Castilla este jueves

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El jugador del Real Madrid, Vinicius Jr, tiene un problema: es hombre. Si fuera una mujer denunciando insultos machistas nadie se atrevería a cuestionar su testimonio, pero como es un varón que ha recibido insultos racistas, parece que hay carta blanca para tildarle de mentiroso. Así, con todas las letras.

Recordemos que el pasado mes de mayo, desde las gradas de Mestalla se profirieron graves insultos de índole racista contra el delantero merengue durante el partido que enfrentaba a su equipo contra el Valencia. De eso no hay duda, pero sí la hay en quién participó en esos ataque verbales contra él.

El propio futbolista ha declarado ante la juez que todo el estadio participó en ese linchamiento racista. Es evidente que se trata de una manera de hablar y que lo que quiere decir el jugador es que se escuchaban insultos o cánticos racistas desde la grada, desde los fondos y los laterales, desde arriba y desde abajo, desde una esquina y la otra. Obviamente no todos los aficionados, pero sí “todo el estadio”.

Inmediatamente muchos medios de comunicación e incluso algunos políticos se han atrevido a tildarle de mentiroso. Incluso un periódico deportivo ha llegado a ridiculizarle e insultarle en portada aludiendo a él como un Pinocho. Y, claro, inmediatamente también salta la comparación con el caso de Jenni Hermoso y su beso con Rubiales.

Un caso de claro agravio comparativo

El agravio comparativo es clarísimo. Hermoso era la víctima, decían casi unánimemente los medios y los opinólogos. Cuestionar eso era poco menos que un pecado mortal. En cambio Vinicius es un mentiroso. Su testimonio se puede cuestionar sin pudor. El “yo sí te creo, hermana” no aplica aquí, con el 'hermano'. A Vinicius se le puede insultar. No hay empatía alguna con el futbolista.

¿Quién se habría atrevido a decir que Jenni Hermoso es una mentirosa? Ni siquiera los que lo pensaban, osaban decirlo. Como mucho llegaban hasta un “la justicia dirá” o “no está claro el asunto”. Dar un paso más allá implicaba recibir a fuego el sello de machista.

Solo hay que ver el caso de Alfonso Pérez. El pobre hombre se atrevió a decir, más o menos, que el futbol femenino se puede comparar con le masculino y le han quemado en la hoguera, hasta el punto de retirar su nombre al estadio municipal de Getafe.

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