El jugador olvidado por Ancelotti que tiene de los nervios al Real Madrid
El técnico italiano está en el centro de las críticas tras el empate de los blancos ante el Rayo. Se le achaca lo poco que utiliza los recursos que tiene en el banquillo
El empate (0-0) del Real Madrid ante el Rayo del pasado domingo ha destapado la primera caja de los truenos de la temporada en el club blanco. El pobre juego desplegado por los de Carlo Ancelotti, con muy poco fútbol y una evidente falta de compromiso, no han sentado nada bien al madridismo. Ni a los aficionados ni, por supuesto, a la directiva, que achaca al italiano el no extraer todo el potencial de la plantilla.
Ante el Rayo, Ancelotti pecó del inmovilismo habitual a la hora de hacer los cambios. Con la ausencia de los lesionados Mendy y Tchouameni, dos de los que suelen jugar, Carletto sólo hizo tres cambios durante el partido, pese a que el Madrid necesitaba ganar para mantener el liderato liguero que acabó perdiendo ante el Girona por el empate.
Rodrygo, Kroos y Nacho dispusieron de minutos en el tramo final del partido, pero desde la directiva se le achaca al italiano que no pusiera sobre el césped del Bernabéu a dos de los fichajes de esta temporada. Uno está inédito, porque en partido oficial. El otro, Brahim, apenas ha disputado 118 minutos en Liga a estas alturas.
Precisamente es acerca del uso de Brahim sobre lo que se han centrado las críticas a Ancelotti. El ex del Milan llegó para cubrir la vacante que dejó Marco Asensio pero con su falta de minutos, las estadísticas se resienten. El malagueño apenas ha marcado un gol (ante Las Palmas) en el único partido en el que ha sido titular hasta el momento. El balear, a estas alturas del curso pasado, sumaba 336 minutos, tres goles y dos asistencias. Sin minutos, le achacan a Ancelotti, es imposible que Brahim pueda tener impacto en el equipo y que su fichaje se justifique.
Judependencia.
Mientras, los tres atacantes del Real Madrid están en el disparadero. Los dos brasileños han pegado un enorme bajón de prestaciones este curso, Vinicius empeñado en montar bronca cada partido, Rodrygo ofuscado porque crea multitud de ocasiones pero le cuesta embocar una un mundo. Joselu, mientras, apenas deja ramalazos de lo gran rematador que es, porque cuando el balón no llega al área su presencia en el partido es intrascendente. Y todo, en un Real Madrid en el que si no marca Bellingham, no se gana. Judependencia, se llama eso.