Una tapa de alcantarilla sumerge al Gran Premio de Las Vegas en el caos
Uno de los registros del millonario circuito de la Ciudad del Pecado voló por los aires al paso del Ferrari de Sainz, destrozándolo y provocando que hubiera que revisar todo el trazado
El Ferrari de Carlos Sainz tras el incidente con la tapa de alcantarilla
El Gran Premio más glamouroso del año, con permiso de Mónaco. Y seguro, el más pecaminoso. El recién estrenado Gran Premio de Las Vegas, organizado por la propia promotora de la Fórmula Uno. Aunque en la Ciudad del Pecado, repleta de casinos, hoteles y nightclubs, vivió un estreno de pesadilla. Apenas pasados veinte minutos de los primeros entrenamientos libres, un incidente con una tapa de alcantarilla casi acaba en tragedia. Fernando Alonso se libró por los pelos. Carlos Sainz fue el protagonista involuntario de una chapuza made in USA.
Todo tuvo lugar en la recta de atrás del Las Vegas Strip, que así es el nombre del circuito. Fernando Alonso rodaba con su Aston Martin cuando hizo un brusco movimiento. Nadie sabía por qué hasta que dos segundos más tarde pasó por allí Carlos Sainz, que se tragó una tapa de alcantarilla mal soldada. El registro saltó de su sitio, volando por los aires y destrozando la parte inferior de su Ferrari SF-23.
Seis kilómetros repasando tapas
Sainz tuvo fortuna. El golpetazo de la tapa metálica fue tan fuerte que destrozó motor, chasis y caja de cambios de su monoplaza, provocando que se calase y fuera reduciendo su velocidad poco a poco hasta pararse, con el madrileño aturdido por el impacto. Se llevaban solo veinte minutos de la primera sesión libre del Gran Premio, que tuvo que ser inmediatamente interrumpida para que se revisaran y sellaran todas las alcantarillas existentes en los seis kilómetros del circuito y sus alrededores, para evitar nuevos incidentes.
Y es que Sainz provocó el incidente más visible, pero el francés Esteban Ocon también sufrió los efectos de los registros mal sellados y tuvo que cambiar el chasis de su Alpine después de otro incidente que no fue mostrado por las cámaras de televisión. Todos los monoplazas fueron también revisados, los Libres 1 fueron suspendidos y se retrasó en más de dos horas el comienzo los Libres 2. Y Sainz, que es lo importante, está sano y salvo.