Bellingham sigue arrasando y ya bate récords de Di Stéfano y de Cristiano

Cuando el pasado 6 de junio e, tras pagar 103 millones de euros (más variables) al Borussia Dortmund, todo el mundo estaba de acuerdo: el club blanco se hacía con los servicios de un joven centrocampista con un físico portentoso, mucho talento y que aseguraría unos ocho goles por temporada gracias a su buena llegada a gol.

Pero Bellingham ha encontrado el paraíso en Madrid, tanto como para superar registros que son palabras mayores en una entidad donde todo, absolutamente todo, es legendario. Los registros goleadores también, fagocitados por dos de los mejores jugadores de la historia: Alfredo di Stéfano y Cristiano Ronaldo. Ancelotti decidió cambiar su clásico 4-3-3 para dibujar un 4-4-2 en rombo y así aprovechar la llegada a gol del inglés... y el mundo del fútbol ha saltado por los aires.

Porque con una pizarra en la que se dibuja un esquema que nadie utilizaba desde mediados de los años 90. Bellingham vuela mientras el Bernabéu se deja la garganta coreando el Hey Jude de The Beatles que ya es santo y seña blanco esta temporada. El inglés lleva ya quince goles esta temporada (en 16 partidos, tres de cabeza, tres con la izquierda, nueve con la derecha). Ante el Nápoles, el miércoles, se convirtió en el primer jugador en la historia del Real Madrid que marca al menos un gol en sus primeros cuatro partidos de Copa de Europa. Casi nada.

Gol, asistencia y resurrección de Joselu

Ante el Nápoles, Bellingham no faltó a su cita europea con el gol. Anotó el 2-1 del Real Madrid (que acabó ganando el encuentro 4-2) después de rematar de cabeza y en plancha un soberbio pase de Alaba en el que le ganó la espalda al jugador napolitano Natan. El partidazo del británico fue escandaloso. "Parecía muy cansado en la segunda parte, pero Bellingham se tomó diez minutos de descanso y en los últimos quince decidió el partido", dijo Ancelotti al acabar el encuentro.

Porque eso sucedió: el Nápoles igualó la contienda y cuando todo parecía abocado al empate, un gran gol del debutante Nico Paz adelantó a los blancos antes de que Bellingham despachara una asistencia colosal a Joselu para firmar el 4-2 final en un gol con historia, porque el canterano madridista llevaba un par de errores clamorosos en boca de gol y tras marcar, el inglés pidió el perdón y el aplauso del Bernabéu para el jugador cedido por el Espanyol. Y encima, siendo fabuloso hasta en las entrevistas post partido. Un gol, una asistencia y una resurrección. Este Bellingham hace de todo.