El Atleti se vende: Gil Marín y Cerezo ya han encontrado un comprador
Según ha desvelado La Sexta, los máximos accionistas del Club Atlético de Madrid han iniciado el proceso de venta y el próximo dueño podría ser un magnate estadounidense.
No es la primera vez que se publica alguna información referente a una posible venta del Club Atlético de Madrid, pero pocas veces se ha afirmado con semejante rotundidad. Según ha desvelado Josep Pedrerol en Jugones, el programa diario de deportes de La Sexta, los máximos accionistas del Atlético, Miguel Ángel Gil Marín y Enrique Cerezo, habrían iniciado el proceso de venta del club.
Gil Marín, consejero delegado, y Cerezo, presidente controlan el 65 por ciento de las acciones del Club Atlético de Madrid desde su conversión en sociedad anónima deportiva y, por lo tanto, pueden negociar el futuro de la entidad con total libertad. Todo ello pese a que Gil Marín fue condenado por el Tribunal Supremo por un delito de estafa contra el propio Atlético de Madrid en 2004.
También apunta la información de La Sexta que Gil Marín y Cerezo ya tendrían un posible comprador. Se trata de Stephen Ross, magnate estadounidense, que pasa por ser uno de los más importantes empresarios inmobiliarios de Estados Unidos. Es dueño de los Miami Dolphins, el equipo de la Liga de fútbol americano (NFL), e impulsor de la International Champions Cup, la gira veraniega de los clubes de fútbol más importantes de Europa, entre los que también está el Atlético de Madrid.
Para hacerse con los Dolphins, Ross desembolsó una cantidad cercana a los 1.000 millones de dólares, cifra similar a la que costó la construcción del estadio Hard Rock de Miami, donde disputa sus partido el equipo de la NFL.
Interés de Arabia Saudí por el Atlético de Madrid
Hace solo unos meses se rumoreó con el interés del Gobierno de Arabia Saudí por hacerse con el Club Atlético de Madrid. En aquel momento se habló de que las condiciones económicas de los dueños, Gil Marín y Cerezo, serían la de acabar con la deuda actual del club, en torno a los 500 millones de euros, más otros 600 para los propietarios. Al final, Arabia Saudí decidió desestimar la operación y, como ya se ha visto, fortalecer su propio campeonato a base de millonarios fichajes.