Vuelve Rubiales: sorprendente declaración relacionando su beso con la amnistía
El que fuera presidente de la RFEF reaparece en una entrevista en la que ha trascendido el ámbito deportivo y se ha metido en el escabroso terreno político que marca hoy en día nuestro país.
Tras un tiempo en las sombras, Luis Rubiales vuelve a ser noticia estos días por varios asuntos. El primero, porque hace justo una semana la FIFA le sancionaba de manera oficial con 3 años de inhabilitación por cuatro acciones concretas: besar a Jennifer Hermoso, coger por las piernas a Athenea, besar a Olga Carmona y el tocamiento de genitales en el palco. El segundo, unas nuevas fotos publicadas en Inglaterra del por entonces presidente de la RFEF besando a la jugadora inglesa del FC Barcelona Lucy Bronze. Todo ello mientras se decide su futuro en los tribunales españoles.
Casualidad o no -seguramente más el segundo caso- Rubiales ha concedido una entrevista a Alvise Pérez en su canal de Youtube. En la misma, el máximo dirigente del fútbol español ha mantenido el discurso que desde el primer momento ha sostenido para defenderse en el caso del beso a Jenni Hermoso. Sin embargo, ha aprovechado el momento para añadir un nuevo giro a la historia.
Rubiales afirma que lo que sucedió con la jugadora del Pachuca y de la selección española fue utilizado para justificar que se hablara menos de otras cosas. El exdirectivo de la Federación apunta directamente en una clara dirección.
Mi caso, durante dos o tres meses, es altamente explicable para justificar que se hablara poco de otras cosas más importantes como los pactos del PSOE con Junts y ERC
La cosa no queda ahí, sino que Rubiales sigue opinando sobre la polémica norma pactada entre Pedro Sánchez y Carles Puigdemont: “Lo lamentamos prácticamente todos los españoles, muchos votantes de izquierdas no lo entienden”. Además, Alvise le pregunta por aquellos que le llaman facha o le acusan de ser de ultraderecha, a lo que Rubiales responde rotundo lo siguiente: "No soy ultraderechista, soy español".
Respecto al beso en sí, Rubiales sigue manteniendo que recibió consentimiento por parte de la jugadora: “Algunos han querido utilizarme para criminalizar un acto de alegría y celebración, mutuo y consentido. Sencilla y llanamente, yo pregunté y ella me dijo 'Vale'. Punto y final. Ustedes no pueden demostrar lo contrario”.
También ha tenido palabras para las jugadoras y su motín, asegura que mienten y que sí que le pidieron la cabeza de Jorge Vilda: “Como no se la di, vieron la oportunidad de montar este teatro y se vengaron”. También ha cargado contra la actual seleccionadora Montse Tomé, a la que ha acusado de traición aportando un supuesto mensaje suyo, tres días después de ganar el mundial, en el que le da las gracias por la hazaña y le manda su apoyo ante la bomba que acababa de estallar.
Por último, ha desvelado que en el avión de vuelta de Australia, momento en el que la polémica ya empezaba a coger forma, recibió mensajes de apoyo e intentando quitar hierro al asunto de varios políticos, como el portavoz del PP, Borja Sémper, o el secretario de Estado por el Deporte, Víctor Francos.