Rodríguez Uribes sigue intercambiando puestos con Iceta: deja UNESCO y va al CSD
El ex ministro de Cultura y Deportes entre 2020 y 2021, reemplazado por el catalán, deja su cargo en París al del PSC para ser el mandamás del deporte en el ministerio de Pilar Alegría
Puede que no sean puertas giratorias, pero si no lo son, se le parece mucho. Mucho demasiado, incluso. El Consejo de Ministros ha decidido esta mañana que el valenciano José Manuel Rodríguez Uribes, uno de los pesos pesados del sanchismo, sea el mandamás plenipotenciario del deporte español: ya es el nuevo Secretario de Estado para el Deporte y, por tanto, presidente del Consejo Superior de Deportes.
Rodríguez Uribes, de 55 años, guarda curiosas similitudes 'profesionales' con Miquel Iceta, el presidente del PSC desde 2021 y otro sanchista de referencia. Entre los dos, valenciano y catalán, se intercambian sillones como quien intercambiaba cromos en el patio del colegio. Rodríguez Uribes, que fue delegado del Gobierno en Madrid, fue nombrado Ministro de Cultura y Deportes en enero de 2020, cargo en el que estuvo hasta julio de 2021. Y fue reemplazado por Iceta.
Rodríguez Uribes fue nombrado entonces Embajador Permanente de España ante la Unesco, en París, y ahí ha estado ejerciendo su labor hasta hace unos días. Tras su dimisión... . Parece que cada vez que el valenciano se levanta de un sillón, el catalán corre a ocuparlo inmediatamente.
Mandato absoluto
Madridista confeso, aunque le gusta más el baloncesto que el fútbol, Rodríguez Uribes va a ocupar la presidencia casi absoluta del deporte español. Pese a que el Deporte depende del ministerio que ocupa Pilar Alegría, el poder de Rodríguez Uribes va a ser casi absoluto: secretario de Estado para el Deporte y por tanto presidente del Consejo Superior de Deportes. A él le corresponderá ejercer la representación y superior dirección del Organismo, presidir la Comisión Directiva y ejercer todas las funciones relativas a los asuntos económico-presupuestarios, contratación, recursos humanos, administración, etcétera, en un año especialmente complicado. Es año olímpico y por tanto hay que gestionar todas las elecciones a las diferentes federaciones de todos los deportes en los ámbitos nacional y territorial. El pastel de la sucesión de Rubiales es suyo.