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Sergio Ramos pierde los papeles con un aficionado y Gündogan aprende a volar

El capìtán del Sevilla se encara con un aficionado en una entrevista en directo mientras que el Barcelona gana en Las Palmas con un penalti tras un empujoncito teatralizado por el alemán

Sergio Ramos, en el partido ante el Athletic

Publicado por
Mariola López

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La jornada intersemanal de LaLiga ha dejado dos escenas curiosas en los partidos del jueves. De un lado, a Sergio Ramos encarándose con un aficionado durante la flash-interview a pie de campo, en directo, y sin respetar a nadie. De otro, la agónica victoria del campeón, el Barcelona, tras un vuelo sin motor en el descuento de Gündogan, que el colegiado del encuentro, que no era Negreira pero lo parecía, señaló como penalti.

Empezamos por lo de Sergio Ramos. El Sevilla sigue hundiéndose en la clasificación y cada vez tiene más cara de Segunda División. Esta jornada le tocó recibir al Athletic en el Pizjuán y los de Quique Sánchez Flores volvieron a dar muestras de su inconsistencia: derrota 0-2 ante una afición sevillista harta de estar harta. El capitán del Sevilla decidió dar la cara tras el encuentro, como hace siempre cuando hay una derrota, pero lo que sucedió se salió de madre.

Mientras estaba hablando con la periodista de la televisión con derechos del partido, paró un momento y se dirigió a un aficionado que le estaba increpando. "¡Cállate, ya, anda! Ten un poco de respeto y respeta al escudo". Ramos yerra por partida triple: primero, por no aceptar las críticas de los que pagan su sueldo y sienten, precisamente, el escudo. Segundo, por interrumpir una entrevista en una televisión de pago para que los espectadores (que pagan por escuchar lo que dice) tengan que tragarse su rabieta con el primero que pasaba por allí. Y tercero, por ir de matón de barriada y no reconocer que le toca agachar la cabeza, nunca se le escuchó pedir a la gente un "cállate ya" cuando coreaban su nombre en Cibeles.

Y luego, Gündogan Airlines

Y luego, más tarde, en Las Palmas, el Barcelona, vigente campeón, sufrió de lo lindo para conseguir llevarse los tres puntos en su visita al Insular tras ganar 1-2 con un penalti surrealista en la prolongación. Tras un rebote, Gündogan notó un contacto (que a lo mejor puede ser penalti) pero pegó un brinco que ni El Cordobés en su mejor Salto de la Rana. La mayúscula exageración surtió efecto: el colegiado decretó la pena máxima que le dio el triunfo a los azulgrana.

El jugador de Las Palmas Kirian Rodríguez, supo no encenderse tras el partido en la entrevista a pie de campo, pero lo dijo todo: "Me voy a callar, no voy a decir lo que pienso, ni tampoco lo que nos contestan. Espero que salgan a partir de ahora todos los audios, todos los tratos y salga todo porque no es normal". Hasta Xavi Hernández, entrenador del Barcelona (a siete puntos del coliderato de Real Madrid y Girona), dijo que entendía las quejas amarillas.