Cerrar

Alarma Nadal: se resiente de la lesión de siempre y peligra el Open de Australia

El balear cae derrotado ante Jordan Thompson (7-5, 6-7 y 3-6) tras desperdiciar tres pelotas de partido pero lo preocupante es que volvió a dolerse del psoas, donde ya se operó en 2023

Rafa Nadal, durante su partido de hoy

Publicado por
Sandra Sánchez

Creado:

Actualizado:

Que no iba a ser un camino de rosas era obvio. Pero que saltasen todas las alarmas en la primera semana tras su regreso a las pistas era algo inesperado. Rafa Nadal volvía a empuñar la raqueta en Brisbane, pero ha tenido que despedirse en cuartos de final tras perder, en un partido en el que ofreció de nuevo muestras de su inmenso pundonor, ante Jordan Thompson por 7-5, 6-7 y 3-6 pese a que el balear dispuso de tres bolas de partido en el segundo set.

Aunque lo peor del encuentro para el de Manacor, no fue la derrota sino unas molestias en el mismo lugar, el psoas, que le han dejado sin competir durante casi un año. Nadal ha confirmado que las molestias han vuelto a ser donde siempre, pero no considera que se haya resentido de esa lesión, que le obligó a pasar por el quirófano en 2023. "El dolor era en el mismo sitio, pero creo que más por una cuestión muscular, de cansancio. El año pasado me dolía el tendón y lo noté mucho más. En él no sentí nada hoy, pero al producirse las molestias en el mismo sitio, te asustas más", ha explicado.

Mayor preocupación

El español quiso dar normalidad a estos problemas físicos tras su inactividad: "En un mundo ideal, lo mejor sería que el músculo esté súper cargado después del esfuerzo de estos tres días y un partido tan duro como el de hoy. Eso sería lo mejor que podría pasar y lo normal de este proceso después de un año sin jugar", sentenció.

El español ha querido calmar las aguas tras el partido: "Tendré que ver cómo me despierto mañana, espero poder entrenar la semana que viene en Melbourne. El problema es que en una zona similar y hace que te preocupes un poco más de lo habitual", concluyó quitándole algo de hierro a la preocupante dolencia