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Real Madrid 4 - 1 Barcelona: SuperVini y MiniXavi

Tres goles del brasileño y otro de Rodrygo destrozan a un Barcelona lastrado por un pésimo planteamiento. Se jugó a lo que quiso Ancelotti. Araujo, expulsado, no pudo nunca con Vini

El Real Madrid ganó la Supercopa al Barcelona

Publicado por
Miguel Queipo de Llano

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La Supercopa apenas duró diez minutos, lo que tardó Vinicius en triturar el pésimo planteamiento de partido de Xavi Hernández. SuperVini y MiniXavi. El brasileño, tres goles, destrozó a un Barcelona que pareció un juguete para el entretenimiento de los de Ancelotti. Se jugó a lo que quiso el italiano, ese entrenador al que todos le niegan la sal, y el Madrid ganó 4-1 que bien pudo ser un resultado incluso más abultado.

Xavi planteó el partido exactamente para suicidarse. Presión adelantada ante un Real Madrid con Rodrygo, con Valverde, con Bellingham y con Vinicius, cuatro futbolistas que son los hijos del viento con espacios. Las dos primeras que tuvieron para correr, lo hicieron y fueron dos goles, de Vini, claro. Era el minuto diez y los blancos, con Lunin bajo palos en lugar de Kepa, tenían ya la peana de la Supercopa en la sala de trofeos.

El Barcelona reaccionó, pero no mejoró. Tuvo un par de ocasiones, Ferrán Torres se tropezó con la madera, pero el peligro lo creaban casi todo los blancos, que sin necesidad de tener el balón creaban más peligro pese a que Bellingham estaba algo desdibujado. El que sí estaba desdibujado era Araujo, de quien alguien dijo una vez que podía con Vinicius... y en Arabia el mundo entero se dio cuenta de que no es así.

Horrible Araujo

El Barcelona logró recortar tras un mal despeje de Mendy, con un zapatazo de Lewandowski, pero el central azulgrana, que no pudo nunca con SuperVini, cometió un estúpido penalti agarrando del cuello al brasileño y éste cerró su hat-trick en 37 minutos. 3-1 y al descanso. El uruguayo remató su partidito siendo expulsado en la segunda parte tras darle una patada en el tobillo... a Vinicius, siempre él. El brasileño, eso sí, aprovechó para sacar todo su repertorio de niñato tras la roja, provocando a todo quien se cruzaba en su camino. Eso sobra.

Como casi sobró el segundo tiempo. El Madrid fue muy superior, con Rodrygo y Bellingham desatados. Marcó el otro brasileño el 4-1, el Barcelona se quedó con diez y entre Joselu y Brahim, que entraron en el tramo final, se fueron por el sumidero las posibilidades de cerrar una manita. La Supercopa es del Madrid, con SuperVini. Mientras el Barcelona no debe darle muchas vuelta: MiniXavi y su planteamiento tuvieron la culpa.