Atlético 4 - 2 Real Madrid: Griezmann tumba al campeón y hace soñar al Atleti
En otro duelo marcado por los errores defensivos de ambos equipos, un golazo del francés en la primera parte de la prórroga decantó la balanza. Hoy viernes, sorteo de cuartos de final
En la prórroga, porque si no no sería nunca un derbi madrileño a partido único, pero el Atlético, esta vez sí, ganó al Real Madrid y derrotó a su archirrival blanco (4-2) para plantarse en cuartos de la Copa del Rey eliminando al vigente campeón. Un tanto de Griezmann en la primera parte de la prórroga decantó un partido vibrante, plagado de nuevo de errores defensivos que dieron lugar a demasiados goles, y Riquelme machacó a los blancos cuando ya ni defendían.
En el segundo episodio de la trilogía del derbi madrileño de este mes de enero, tras la victoria madridista (5-3) en la prórroga en las semifinales de la Supercopa árabe, los dos equipos no se guardaron nada y fueron, otra vez, con todo a por la victoria. Sin reservas. El Atlético refugiado en sus tres centrales, el Madrid con ese 4-4-2 donde Bellingham es el maestro de ceremonias.
Los de Ancelotti manejaban el encuentro ante un Atlético que se defendía como gato panza arriba, sin dejar demasiados resquicios en defensa. Un chispazo del inglés, uno de esos jugadores que no corren sino que flotan, acabó con el balón estrellado en la madera de Oblak. Los blancos eran mejores, superiores línea por línea. Las arrancadas de Camavinga no eran bien resueltas por la zaga atlética, y Rodrygo comenzó a ser un incordio.
Con Witsel achicando aguas, el Atlético era apenas alguna contra aislada de Morata, y Griezmann totalmente perdido. Pero tuvo una ocasión. Y la embocó. Un centro de Llorente, un mal despeje de Rüdiger y Samu Lino, llegando al segundo palo, pulverizó a un estático Lunin. El Metropolitano se caía, más aún contra un Vinicius insultado fuera del estadio aunque no dentro, pero un error garrafal entre Giménez y Oblak, clavado al de Casillas ante Godín en Lisboa cuando la Décima, permitió el empate blanco justo antes del descanso.
Las tablas al descanso dejaban el guión escrito para la segunda parte. Todo iba a seguir igual. El Atlético defendiendo con orden, el Madrid a por todas. Belingham de nuevo estaba a un nivel superior, pero los de Ancelotti no aprovechaban el despliegue del inglés, con Vini desquiciado e inservible. Y llegó otro error de un portero, en este caso de Lunin, que midió mal un rebote y permitió a Morata hacer el 2-1. Dos tiros del Atlético, dos goles. Otra cosa no, pero el equipo de Simeone le sabe hacer mucho daño en ataque, por lo que sea, a los blancos.
Otro gol en el tramo final
El Madrid fue con todo a por el empate. El Metropolitano no le amedrentó en ningún momento. Rodrygo se tropezó con el palo, pero el Madrid arriesgaba demasiado y el Atlético se desplegaba a la contra dando, esta vez sí, sensación de peligro real sin necesitar errores ajenos. Lunin salvó milagrosamente un remate de Morata que es gol noenta y nueve de cada cien veces... y empató Joselu de cabeza en el primer balón que tocó, tras un gran centro de Bellingham. Otro gol en el tramo final, otro encuentro a partido único entre los dos equipos que se va a la prórroga (los últimos ocho casi nada).
Y en la prórroga, con los dos equipos sin apenas mordiente, con mucha fatiga, Griezmann, que no había aparecido en todo el encuentro, se sacó de encima un golazo tras un error de Camavinga y otro de Vinicius para volver a adelantar, por tercera vez, al Atlético. Un gol anulado a Ceballos por fuera de juego previo de Bellingham acongojó a un Metropolitano que ya sabe que ante el Madrid nunca nada está ganado. Pero lo ganó. Y por dos goles, porque Riquelme, con el Madrid volcado y solo Tchouameni defendiendo, hizo el 4-2 casi a placer. El campeón se queda sin Copa, y el Atlético sueña con ella.