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"¡Qué ruina de sección!"

A Florentino Pérez le sale un quiste con la gestión del Real Madrid Femenino: desinterés absoluto de la directiva y los socios, ruina económica, malos resultados... y el Barça ganando todo

Sandie Toletti, una de las estrellas del Real Madrid Femenino

Publicado por
Miguel Queipo de Llano

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El Real Madrid es una balsa de aceite, a todos los niveles. Deportivo, institucional, económico.... Pero hay dos aristas que se han convertido en sendos quistes para . De un lado, la gestión del área social, objeto de feroces críticas por parte de la mayoría de los dueños del club, los socios. Y de otro, el Real Madrid femenino, una sección de nuevo cuño que se ha convertido en un quebradero de cabeza para la entidad madridista.

La sección, en marcha de manera oficial desde la temporada 20-21, es un auténtico dolor de muelas para el club. En palabras textuales de uno de los vicepresidentes del club blanco, "¡Qué ruina de sección! El Real Madrid Femenino sólo nos ha costado dinero y problemas". Y es que el femenino ha sido incapaz de ganar un título y lo más cerca que ha estado es jugar la final de la Copa de la Reina del curso pasado y perderla en los penaltis ante el Atlético de Madrid, un equipo al que 'las blancas' triplican en presupuesto.

Adiós a la Champions de manera sonrojante

Ayer, el Real Madrid Femenino se despidió de la Champions de este curso de manera sonrojante. haciendo el ridículo en el estadio Alfredo di Stéfano contra un equipo noruego de carácter casi amateur, el BK Hacken, quele ha ganado los dos partidos a las de Alberto Toril, entrenador madridista, en la fase de grupos. Porque el Real Madrid Femenino es incapaz de superar la fase de grupos de la Copa de Europa, ahí tiene el listón.

Otro listón, que irrita profundamente al socio madridista, es que el equipo ha sido incapaz no sólo de derrotar al Barcelona una sola vez en cinco temporadas (incluyendo cuando jugaba con la denominación de CD Tacón pero con el escudo madridista), sino tan siquiera de arañar un empate ante las azulgrana. Sí, el Barça femenino es el mejor equipo del mundo, cuenta con la mejor estructura, las mejores instalaciones, la mejor plantilla y la mejor cantera, pero el Real Madrid Femenino es un pelele al lado del vigente campeón de todo y acostumbra a salir vapuleado, con al menos tres goles de diferencia en el marcador de media.

Falta de gobernanza y de afición

El Real Madrid Femenino ha pasado de ser una ilusión (relativa) para el socio a algo que le provoca malestar. Ayer, ante el BK Hacken, en un partido de Champions, hubo 852 espectadores en Valdebebas. 350 eran noruegos. Ante la falta de interés de los socios por el equipo femenino, el Real Madrid decidió vender abonos a aficionados que no son socios, y con eso consigue llevar a unos 1500 aficionados de media a sus partidos en casa. Pero hasta esos "no socios" abonados están ya hartos.

La falta de gobernanza en la sección es absoluta. Begoña Sanz, mano derecha del CEO de la entidad, José Ángel Sánchez, es la encargada de gestionar una sección que tiene 9 millones de presupuesto anual y que en las tres primeras temporadas de pleno derecho en el Real Madrid acumula 6 millones de euros en pérdidas, además de la dejadez de no haber advertido a Hacienda de la fusión por absorción del CD Tacón, el iniciador del proyecto, y por tanto esté ilegalmente inscrito en la Federación Española esta temporada.

En la parcela deportiva, el club es un disparate. El proyecto arrancó con algunas de las mejores jugadoras del mundo incorporándose al club, pero se marcharon y despotricando contra la entidad, como la sueca Kosovar Asllani, quien dijo que el ambiente en la sección es "insano" y que la obligaban a jugar lesionada. Precisamente eso, lesionada, es lo que se ha pasado los últimos trece meses el último fichaje del club blanco, una defensa llamada María Valle que ha sufrido hasta tres operaciones de rodilla tras romperse uno de los ligamentos y estar casi inédita desde entonces. Así es la planificación del club.

Movilizaciones contra la crisis

Así las cosas, hay dos posturas mayoritarias dentro del club acerca del Real Madrid Femenino. De un lado, el socio tradicional, que ni sabe cómo se llaman las jugadoras a estas alturas pero que está harto de ver cómo las chicas son noticia solo por llevarse un carro de goles cada vez que juegan contra el Barcelona. Ese socio aboga por cerrar la sección cuanto antes, y dejar de tener que padecer humillación tras humillación.

Por otro lado está la postura del abonado no socio, que con asiento en el Di Stéfano se cree con la capacidad de poder decidir asuntos internos del club: parte de esos abonados preparan una pañolada contra el palco en el próximo partido del Femenino en casa, ante el Valencia, para reclamar el despido del entrenador y una mejor gestión de la sección.

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