Carnaval de Brahim y exhibición de Lunin en Leipzig
Un golazo del malagueño y ¡nueve paradas! del portero ucraniano facilitan el triunfo de los de Ancelotti en la ida de los octavos de Champions. Polémica por un gol anulado al Leipzig
Le salió un golazo, después de intentarlo en varias ocasiones en balde. Pero le acabó saliendo, sí. Y ese gran tanto de Brahim, unido a las nueves paradas de un salvador Lunin y a la polémica arbitral por un gol anulado a los locales a los dos minutos, le dieron el triungo al Real Madrid en Leipzig (0-1) allanando el camino a la siguiente ronda, con la final de Champions de Wembley como gran objetivo.
No jugó un gran partido el Madrid durante los 60 primeros minutos. Sobre todo, jugó una primera parte a un nivel ínfimo, donde pudo irse por detrás en el marcador a vestuarios. Ya en el primer aviso recibió un aviso y en el segundo, se le apareció la Virgencita de la Champions cuando el colegiado anuló un tanto a los locales por un fuera de juego posicional de un jugador alemán que podría haber estorbado a Lunin. O no. Pero el colegido dijo que sí y gol al limbo.
Espoleados por los ex canteranos culés Xavi Simons y Dani Olmo, el Leipzig fue mejor en el primer tiempo, aunque en todas las ocasiones de las que dispuso se tropezó siempre con un Lunin que blocar, no bloca un balón, pero rechaza todos. Uno detrás de otro. Al acabar el partido, hasta nueve. Un portero madridista no paraba tanto en un partido de Champions desde aquella final parisina ante el Liverpool, con Courtois elevado a los altares del madridismo.
Quien perdona lo paga
Tras el baño alemán, sin premio, era obvio que se cumpliría en algún momento esa máxima del fútbol que dice "quien perdona lo paga". Así que Brahim se cobró la factura. El Carnaval de Brahim. Había intentado la misma jugada en un par de ocasiones con anterioridad y no le salió para desesperación de la hinchada madridista, mayoritariamente marroquí en Alemania. Pero a la tercera le salió. Menudo golazo. 0-1 y eliminatoria casi sentenciada.
Con Lunin en estado de gracia y la potencia física del Madrid imponiéndose en el campo según avanzaban los minutos, los cuartos de final están un paso más cerca. Queda la vuelta, pero con Lunin en estado de gracia y Brahim con la varita encendida, ni las ausencias (Courtois, Militao, Alaba, Rudiger, Bellingham) se notan demasiado.