El enfado del número 5 del tenis le sale caro: explusado y 140.000€ a la basura
Rublev no pudo frenar sus impulsos y acabo gritando en la cara a uno de los jueces de línea. Fue descalificado, saldrá del Top 5 este lunes y se queda sin el dinero ganado durante el torneo.
Momento en el que Andrey Rublev grita al juez de silla en el torneo de Dubai y es descalificado.
Sin duda se puede decir que no fue el mejor día para Andrey Rublev. El ruso disputaba la semifinal del torneo de Dubái frente al kazajo Aleksandr Búblik cuando una decisión de un juez de línea le sacó completamente de sus casillas. El número cinco del mundo acabó gritando de muy malas maneras en la cara al árbitro mientras este observaba impasible el chaparrón que le caía. Tampoco tuvo suerte Rublev porque, según se entiende de la conversación tras lo sucedido, fue a dar posiblemente con las pocas personas en todo Dubái que entendía ruso.
Y es que, más allá de las evidentes malas formas del tenista hacia el juez, la clave y el motivo por el que fue descalificado fue porque, según dice el juez de línea, le habría dicho en ruso “jodido idiota” o “fucking moron” en inglés. Expresión que se escucha después durante la charla a tres bandas entre el árbitro principal, el de línea y el propio Rublev, que gritaba desesperado para evitar la expulsión del partido y llamaba claramente mentiroso al juez de línea implicado.
Búblik insistía en seguir jugando un partido que estaba realmente igualado: uno a uno en el marcador de sets y 6-5 arriba para el kazajo en el tercero y definitivo. Precisamente fue en ese punto (en el que le dio el 6-5 a Búblik) cuando Rublev estalló porque el juez de línea no habría visto una bola que, según él, se fue fuera claramente durante la disputa del peloteo.
Sin embargo no había vuelta atrás: Rublev era descalificado, con lo que ello conlleva. Además de la vergüenza por el comportamiento y la derrota que le sacará del top 5 del ránking ATP este próximo lunes, no recibirá los nada desdeñables 157.000 dólares (144.917 euros) que se había embolsado por haber llegado hasta las semifinales tras ganar a Zhang, Cazaux y Korda. Desde luego que el enfado le ha acabado saliendo caro.