Tres goles de Lewandowski y otro favor arbitral mantienen al Barça segundo
El delantero polaco logró deshacerse del Valencia (4-2) en el segundo tiempo. El Barcelona jugó en superioridad numérica por expulsión del portero valencianista y marcó un tanto en órsay
Hay cosas que no cambian. Por ejemplo, los favores arbitrales al Bercelona. Por ejemplo, el instinto depreador del polaco Robert Lewandowski. Y por ejemplo, que la mejor táctica del Barcelona es jugar contra diez, aunque eso no es mérito de la pizarra de ningún entrenador, sino del silbato arbitral. Con esos mimbres. el Barça recuperó la segunda plaza liguera tras derrotar (4-2) al Valencia remontando en la segunda parte un marcador adverso.
Los de Xavi marcaron un gol en fuera de juego, el que valió a los azulgrana para igualar (2-2) el marcador por aquel entonces ante un Valencia que ya estaba con un jugador menos, por la expulsión de Giorgi Mamardashvili. Ese gol sentenció el partido ante el llamado Baby Valencia de Rubén Baraja, que se fue al descanso por delante en el luminoso después de que Hugo Duro y Pepelu, tras un clamoroso penalti cometido sobre Peter, ex madridista, le dieran la vuelta al tanteador.
Sin embargo, un error de cálculo de Mamardashvili, portero valencianista, que agarró el balón con la mano fuera del área en la prolongación del primer acto dejó a los chés con uno menos para todo el segundo tiempo. Y ahí el Barcelona se encuentra en su salsa, más aún si el 2-2 llega nada más salir de vestuarios y en fuera de juego, validado hasta por el VAR: córner botado por Gündogan que peina Lewandowski a gol, pero el balón pasa por delante de Fermín, que estaba en fuera de juego y hace ademán de tocar el balón. El árbitro puede equivocarse, pero el VAR está para estas cosas.
Dos más del polaco
El encuentro estaba ya decidido y era cuestión de tiempo que el Barcelona remontase. Sufrió más de la cuenta en un par de contras del Valencia, pese a que los de Baraja no tenían el balón nunca. Lewandowski redondeó su gran noche marcando el 3-2, otra vez tras un córner, y el 4-2, de falta directa a punto de terminar el partido. Contra diez es todo más fácil. Ahora a los de Xavi les espera lo mollar: este sábado visitan al Girona, tercero. La presencia en la Supercopa está en juego, y ya saben que la RFEF cobra más si el equipo culé participa. ¿Le tocará jugar en inferioridad a los de Míchel?