España golea a Croacia 3-0 en su debut en la Euro bailando al son de Rodri
Morata, Fabián y Carvajal, todos en el primer tiempo, fueron los anotadores españoles. Morata se retiró con un golpe y el VAR tuvo que hacer su aparición esperpéntica al final del encuentro
España hizo sangre, y sin necesidad de exhibirse trituró a Croacia en su debut en la Euro 2024 para despachar una goleada (3-0) en Berlín, con goles de Morata, Fabián y Carvajal, todos en la primera parte. El primer partido siempre da cosita, por eso de que es el arranque y los nervios atenazan, pero España mereció la victoria aún jugando a medio gas.
España saltó al campo del Olímpico de Berlín en plan mandón, así como a uno se imagina a De la Fuente el gimnasio: a ver quién tira más. Agrupados en torno a Rodri, el otrora tikitaka a mutado en un tikizumba, porque en cuanto el balón llega a los costados, a Nico Williams o a Lamine Yamal se pasa del tren de la bruja a la montaña rusa.
Los primeros quince minutos de España fueron muy buenos, pero con mal aire: no hubo ocasiones. Ninguna. El sistema defensivo desactivaba a Luka Modric, Croacia parecía inoperante... pero no había chicha. Y los ajedrezados comenzaron a crecer, con Kovacic tirando del carro y Budimir amenazando con su corpachón de frigorífico americano.
Pero cuando más desdibujada aparecía España, la Selección sacó el mazo, rondando la media hora de juego. En tres minutos, dos goles. Primero Morata, rompiendo por el centro tras un extraordinario caramelo de Rodri, puso el 1-0. Casi de corrido, con ocasión de Budimir entre medias, Fabián marcó un golazo marcándose unos pasos a los Gene Kelly en la frontal del área croata para darle dos de ventaja a La Roja.
Croacia tuvo que ir con todo. Comenzó a aparecer Modric, pero demasiado lejos del área española. Kovacic quería pero tampoco podía con todo. Gvardiol rozó el gol en un disparo fuera y justo sobre el silbatazo del descanso. Carvajal, Carvajaaland, como en la final de la Champions, aprovechó un centro maravillo de Lamal para poner el tercero. No era para tanto, pero el repaso en el marcador era fabuloso.
A Croacia sólo le quedaba el recurso de tirarse a la yugular par intentar enmendar la plana, así que se esperaba un segundo tiempo con los de De la Fuente más achuchados. Pero tampoco fue para tanto, y cuando lo fue estaba Unai Simón, segurísimo (casi) todo el partido. Y si no, aparecía Cucurella para salvar bajo palos.
Así que el ritmo acabó por derivar al de un amistoso de pretemporada, con todo el pescado vendido. Croacia lo intentaba a trantrán, controlando la posesión, y España jugaban contragolpe pero a lo chupón: el que la agarraba se la jugaba como si fuera a marcar el gol de Maradona a los ingleses. Y así no sale nada bueno, claro.
Un golpe de Morata en la rodilla izquierda hizo que el primer goleador se tuviera que retirar del campo antes de tiempo, pero es que hasta el minuto 80 no pasó nada. Entonces, apareció el VAR para su sesión cómica habitual: un piscinazo de Petkovic tras error de Simón fue sancionado como penalti de Rodri. Pese al chapuzón, los del vídeo dieron que era pena máxima. Lanzó el propio Petkovic, lo falló pero el rechazo lo recogió Pericia, que volvió a darle el balón a su compañero y marcó a placer.
No fue gol. Otra vez el VAR. Por lo visto, Perisic entró en el área antes de tiempo. Otro minuto perdido en un partido decidido. Esto del videoarbitraje es una desgracia, y lo va a seguir siendo. Al menos España ganó, goleó, mostró su potencia ofensiva, dejó la portería a cero y mira a esta Euro 2024 con optimismo. Pese al VAR.