Una barrabasada de Verstappen acaba con Norris y mete a Carlos Sainz en el podio
El holandés jugó sucio con el de McLaren cuando peleaban por el liderato y perdieron una carrera que ganó George Russell. El madrileño aprovechó para subir al tercer puesto. Alonso, en el furgón de cola
Carlos Sainz vuelve al podio en una carrera de Fórmula 1, aunque lo hizo aprovechando una barrabasada de mal perdedor de una bestia competitiva como Max Verstappen. El tricampeón del mundo tuvo un feo incidente de carrera con el británico Lando Norris cuando peleaban por el primer puesto, ambos acabaron pinchando y George Russell heredó con su Mercedes la victoria, la segunda de su carrera en un Gran Premio (a la que hay que añadir una sprint race).
El incidente entre Verstappen y Norris decidió una carrera fabulosa, porque Austria, pese a los sempiternos problemas con los límites de pista que no terminan de subsanarse, permite los adelantamientos en un circuito muy corto pero vertiginoso y bien ideado.
El holandés lideró a su manera, con puño de hierro, la carrera desde la largada, pero en el último stint, tras el último juego de neumáticos, Norris tenía ventaja y se lanzó a por el tricampeón. Lo intentó varias veces, protestando por radio a causa de los movimientos defensivos del holandés, hasta que encontró el espacio. O eso creía.
Porque Verstappen le metió un cerrojazo tremendo a Norris, los dos monoplazas acabaron desllantados y teniendo que pasar por boxes para subsanar los daños. Diez segundos de sanción extra para Max, que acabó quinto, y retirada para Norris, que acrecienta (pese a que tiene ya una carrera ganada) su fama de ser Lando Nowins (sin victorias), casi siempre le falta un céntimo para el euro.
Sainz, al podio
Russell fue el gran beneficiado del toque entre los dos dominadores de la carrera: a más de quince segundos del liderato, le pusieron en bandeja el segundo triunfo en un Gran Premio de su carrera y el fin de la tortura de Mercedes, que desde Brasil 2022, también con el británico novio de la jerezana Carmen Montero) no ganaba una prueba del campeonato del mundo. Sainz quedaba segundo tras el incidente, pero acabó tercero.
Acabó tercero porque por detrás venía el compañero de Norris, el australiano Oscar Piastri, desatado, con un monoplaza mucho más veloz que el suyo y con mejores neumáticos. Podio, en cualquier caso, de gran valor para Sainz justo cuando llega a las semanas decisivas para elegir equipo: Sauber-Audi, Alpine y Williams parecen ser sus opciones de volante para el futuro.
Mientras, Fernando Alonso tuvo una carrera planteada a la contra desde el fondo de la parrilla con un Aston Martin que no pita y que atraviesa una preocupante racha de prestaciones. Tuvo una sanción de diez segundos tras llevarse puesto al chino Zhou en una frenada, y como no tenía nada que perder, montó blandos en los tres últimos giros para hacer la vuelta rápida en carrera. Pero eso es demasiado poco premio. ¿Tendrá paciencia?