Morata consuma la venganza más rara dejando sabor a espantá por la gatera
El capitán de la selección española no tarda ni 24 horas tras la celebración del título para comunicarle a su club que se marcha, apenas diez días después de un mensaje en sus redes sociales a lo Piqué
Pues se acabó. El club del que decía que era aficionado Álvaro Morata 'desde shequetito', que diría el televisivo Cristóbal Soria, pasa a la historia. La misma suerte que han corrido Real Madrid, Juventus y Chelsea en el pasado. Morata se marcha del Atlético de Madrid tras una maniobra de venganza para con sus aficionados y tras un mensaje en redes sociales a lo Gerard Piqué.
Recordarán sin duda aquel mensaje de Piqué abrazado a Neymar con una leyenda: "Se queda". El brasileño aparecía en la rumorología como posible fichaje del PSG y el barcelonés se adelantaba a la noticia. Apenas unas horas más tarde, Neymar se fue a París, dejando la 'exclusiva' piquetiana en carne para memes.
Eso mismo ha intentado Morata, con la particularidad de que el troleo se lo ha hecho a sí mismo. El pasado 2 de julio, y por las críticas vertidas por la afición del Atlético hacia su persona, posteó en su cuenta de Instagram, en una publicación compartida con el propio club rojiblanco, una imagen suya celebrando con los de Simeone y la siguiente leyenda: "No puedo imaginar lo que tiene que ser ganar con esta camiseta y no voy a parar hasta conseguirlo @atleticodemadrid ❤️🙏".
De la directa a la marcha atrás
Ayer, Morata se acercó por las oficinas del club, primero, y luego por la estadía de pretemporada del Atlético, en Los Ángeles de San Rafael (Segovia) para despedirse de directivos, compañeros, cuerpo técnico, trabajadores del club y de Simeone. Su destino es el Milan, que pagará los 15 millones de su cláusula de rescisión. El detonante, las críticas de una afición que no le quiere, desliza su entorno. Y que su mujer es italiana y vuelve a casa, claro.
A Morata sólo le quedó engranar la marcha atrás de manera digna tras la directa de ese posteo en sus redes sociales y la espantá por la gatera del martes. Y sonó hasta algo creíble. "Quería referirme a lo bonito que sería ganar la Eurocopa siendo jugador del Atlético", reseñó.
Para bien o para mal, Morata ya es historia en el Atlético. Como lo fue para Real Madrid, Juventus o Chelsea, sus anteriores equipos profesionales. Ahora toca el Milan, donde, en su presentación, seguro que deja una de sus habituales perlas para hacer notar que él, realmente, siempre había sido un 'diavolo rossonero' pero que lo llevaba oculto. Hay actitudes incorregibles.