Bildu en shock: Eibar recibe a Oyarzabal como un héroe español ante su sede
Brutal recibimiento al jugador de la Real Sociedad en su localidad natal: a ritmo de Potra Salvaje, con bengalas, con cánticos, frente a la sede del partido radical... y todo para celebrar el título de España
Mikel Oyarzabal ha sido recibido por todo lo alto en Eibar. Bengalas y música preparados por su cuadrilla de amigos para dar la enhorabuena al hombre que metió el gol de la victoria de la final de la pasada Eurocopa, España ante Inglaterra. Un tanto que valió la cuarta Eurocopa del fútbol español, la selección más laureada del Continente.
El recibimiento ha sido apoteósico, y además ha tenido lugar frente a la sede de Bildu en la localidad eibarresa. Si ya a Arnaldo Otegi, líder del partido proetarra, tuvo un intenso ardor de estómago tras la victoria española del pasado domingo ("no me alegro de las victorias de la selección de España porque no es mi selección, no es mi rey y no es mi himno", dijo), con esto, lo mismo tiene que ser medicado.
Lo que sí ha sido es la selección de Oyarzabal, que ha disfrutado como el que más con el torneo conquistado. En Eibar, el jugador de la Real Sociedad se ha encontrado todo el pastel saliendo de la casa familiar, ante el ruido ensordecedor de la treintena de amigos que estaban esperando al jugador con una pancarta en la que se leía: "Zorionak Mikel, Txapeldun" ("Felicidades Mikel, campeón")
Potra salvaje y bengaleo
Los amigos de Oyarzabal no dudaron en encencer bengalas, algo prohibido en los estadios pero no en la calle, para dotar de mística pirotécnica al recibimiento. "Mikel, Mikel, Mikel Oyarzabal", cantaban a pleno pulmón ante la sorpresa del jugador de la Real Sociedad.
Luego, claro, el Potra Salvaje, tarareado. El himno no oficial de una selección que se ha ganado los corazones de todo un país, tanto como para recibir a uno de los héroes de Berlín enfrente de un local donde antes, si alguien te señalaba como proespañol, te podías dar por bien jorobado...
Eso sigue pasando, aunque afortunadamente de forma cada vez más residual, y así quedó demostrado con la pintada que los desalmados filoterroristas de siempre realizaron en Elorrio, Vizcaya, el pueblo natal de la madre de Mikel Oyarzabal. Junto al lema "No a la asimilación de la selección española", aparecieron los nombres de Merino y Oyarzábal, junto a una pintada llamándoles "traidores" en euskera además de una esvástica tachada.