Las camas antisexo de los JJOO de París no funcionan: los atletas lo han comprobado

Es una de las medidas estrella de los Juegos de París, aunque se estrenaron en Tokyo 2020. Las camas de cartón de la Villa Olímpica. Los catres antisexo, como si los 10.500 atletas de todas las disciplinas y todos los países que concurren al evento no fueran jóvenes, fornidos, con las hormonas revueltas y les diera reparo hacer cosas en el suelo.

Pero la medida les ha salido rana. La Villa Olímpica comienza a recibir a sus primeros moradores, a apenas tres días de la ceremonia de inauguración (aunque las primeras competiciones olímpicas comenzarán este miércoles), y lo primero que han hecho es comprobar si van a poder pasar unos ratos entretenidos en su habitación conociendo deportistas de otras especialidades y países o se van a tener que limitar a ver Netflix y comer yogures desnatados.

Así que las camas de cartón ya han sido puestas a prueba, de momento con saltos, piruetas y empujones, todo con ropa. Al menos que se sepa. Los atletas han plagado sus redes sociales de demostraciones fehacientes de que los catres aguantan sin problemas esfuerzos verticales y horizontales sin desmontarse. Decían que soportaban solo el peso de un atleta, con un máximo de 200 kilos. Pero soportan mucho más.

Soportan hasta el gusano, sea lo que sea eso

Es el caso del norirlandés Rhys McClenaghan, dos veces campeón del mundo en la especialidad de caballo con arcos de gimnasia artística. Lo pueden ver en el reel publicado en su cuenta de Instagram sobre estas líneas. Esas camas de cartón son a prueba de bombas, así que un par de empujones extra no deberían dañar su estructura. "¿Cama antisexo? Fake news", concluye McClenaghan.

También las tenistas olímpicas australianas Daria Seville y Ellen Perez han querido mostrar en un divertido vídeo de TikTok que ahí, en esas camas, se puede hacer de todo. Hasta el gusano, sea lo que sea eso sobre todo por no tener que describírselo aquí, 

El secreto, los colchones. 300.000 condones preparados

Según parece, el secreto son los colchones, que tantas críticas recibieron en los Juegos de Tokyo. Motokuni Takaoka, director ejecutivo de Airweave, la empresa que diseñó las camas, restó importancia a la idea de que éstas estuvieran pensadas para evitar las relaciones íntimas. "El sexo es sexo, ya sea en nuestro colchón o en el de otro", declaró Takaoka al diario Japan Times. "Queríamos crear un colchón más resistente que los colchones normales. Sólo nos centramos en el sueño; no nos preocupa nada más de lo que ocurre en la cama", bromeó.

Mientras, la organización anda prevenida. Se van a repartir estos días 300.000 preservativos entre los 10.500 atletas participantes, así que habrá que tener cuidado con los esfuerzos fuera de los recintos estrictamente deportivos. El jolgorio olímpico no lo pueden frenar ni las camas de cartón. Estará entretenido, seguro.