Primer mosqueo de Ancelotti, pero sin atisbo de autocrítica: los dos motivos del tropiezo balear

El Real Madrid no empezó con buen pie su aventura liguera al no ser capaz de pasar del empate (1-1) en su visita a Palma de Mallorca. El campeón de la Champions alineó su equipo de gala, el mismo del año pasado con el extraordinario añadido de Mbappé, pero el equipo no pudo superar al conjunto que ahora entrena Jagoba Arrasate. 

Después de un buen inicio del equipo local, fue el Real Madrid quien tomó las riendas del partido gracias al gol de Rodrygo y a través de unos minutos de fútbol sobresaliente, que hacían presagiar una victoria cómoda, por fin, en un campo que tradicionalmente se le ha atragantado al campeón de Liga. 

Primer gol encajado por Courtois desde su reaparición

Sin embargo, todo cambió en la reanudación, cuando el Real Madrid se partió en dos, los cuatro jugadores más adelantados dejaron de presionar y el Mallorca se hizo fuerte, sobre todo, en el balón parado. Fue así cómo llegó el tanto del empate, con un cabezazo certero de Muriqi, en el que supuso el primer gol que encajaba Courtois desde que el portero belga volvió tras su gravísima lesión de rodilla. 

De hecho, el Mallorca dispuso de varios contragolpes que podrían haber supuesto su victoria, pero solo el mal remate de los atacantes mallorquinistas impidió el triunfo. 

A todo esto, Ancelotti se presentó en el campo del Mallorca con el mismo once que el pasado miércoles levantó la Supercopa de Europa en Varsovia. El técnico blanco optó por no dar descanso y el equipo se cayó físicamente en la segunda parte. Y luego está, claro, la urticaria tradicional que al italiano le supone hacer cambios. Sí es verdad que introdujo a Modric en sustitución de Tchouameni con toda media hora de juego por delante, pero esperó hasta el minuto 87 para que Lucas Vázquez, Brahim y Guler intentaran dar un vuelco al juego para lograr una victoria que no se llegó a producir. 

En sala de prensa, ni un atisbo de autocrítica por parte de Ancelotti, al que se le vio severamente tocado por el mal comienzo liguero de su equipo. “Hemos empezado bien, pero en la segunda parte faltó equilibrio, fue un partido que se pudo perder. Si no tienes equilibrio atrás, concedes contragolpes, concedes centros… No ha sido un buen partido, ha sido en realidad un partido bastante claro, tenemos que defender mejor, tener más equilibrio en el campo. Somos un equipo muy ofensivo, pero el equilibrio defensivo es fundamental”, comentó el italiano. 

Ancelotti habló de falta de actitud

“No quiero poner excusas. Sólo teníamos que hacerlo mejor, con más actitud. Cuando hablas del aspecto defensivo, se habla sobre todo de actitud, de compromiso. Nos costó recuperar el balón, nos costó hacer la presión tras pérdida. Todo eso hay que mejorarlo. El equipo estaba demasiado abierto, debíamos estar más concentrados, más juntos. No es un problema físico, ni mental. Sólo un problema de pensarlo”, explicó Ancelotti.

Pero Ancelotti no quiso echar las culpas sobre una parte del equipo concreta; en su cabreo, distribuyó la responsabilidad equitativamente, todos cobraron en ese sentido: “Se puede pensar que es cosa de los delanteros, pero también puede ser de la defensa, de los medios, que no ayudan en esa presión que sí hacen los delanteros… No es un problema de uno, dos o tres. Es un problema de equipo, en este partido no hemos entendido que era un aspecto importante en este partido y el Mallorca sí, mejor que nosotros, han hecho un partido defensivo muy bueno. El empate es correcto”.