Una jugadora brasileña destapa la soberbia de la selección española femenina de fútbol
Tarciane, medallista de plata en los Juegos de París, participa en un podcast y destapa la mala actitud de algunas internacionales españolas durante los dos partidos que enfrentaron a La Roja y la canarinha
Jenni Hermoso y Misa, jugadoras de la selección española femenina
La selección española femenina de fútbol vive en una eterna contradicción: admirada por su espléndido fútbol, el mismo que le ha hecho campeona del mundo y vencedora de la Nations League, también provoca un evidente rechazo por todas las polémicas extradeportivas en las que, cada cierto, se ven salpicadas algunas de sus integrantes.
Esta vez, la hoguera viene prendida desde Brasil, el rival olímpico que eliminó a las de Montse Tomé de las semifinales de los Juegos de París. Según desvela Tarciane, una de las integrantes de la canarinha, las futbolistas españolas se manejaron con una soberbia indescriptible cuando les tocó jugar contra ellas. Brasil perdió 2-0 contra España en fase de grupos pero ganó 2-4 en las semifinales del torneo olímpico.
En una entrevista para 'Charla Podcast', Tarciane contó que en ambos encuentros se vivieron situaciones muy tensas entre jugadoras de ambos países. "Ellas en varios partidos nos mirabann como si no fuéramos nada en el campo", explicaba la medalla de plata olímpica. "Sabemos que Alexia Putellas y Aitana Bonmatí son las mejores del mundo, pero también deberían respetarnos porque jugamos al mismo deporte", comenzó.
Con una de las jugadoras españolas con las que tuvo problemas Tarciane fue con la portero Cata Coll (de la que se burla diciendo que se llama 'Catar algo') antes de disputar las semifinales: "Ibamos a saltar al campo y grité '¡Vamos Brasil!' y Cata contestó con un '¡Tranquilas, que están nerviosas, tienen mucho miedo!'. Luego cuando nos saludamos antes de empezar, me apretó la mano tan fuerte que casi me la rompe".
El perejil de todas las salsas: Jenni
Si hay una futbolista que cada vez que salta una polémica está metida en ella, es Jenni Hermoso, la del pico de Rubiales y una de las causantes del espantoso ambiente en el vestuario durante los Juegos de París. La madrileña, muy 'sobradita', le dijo a la brasileña antes del partido de fase de grupos que no la podía tocar, a lo que la canarinha respondió "vale hija, entonces vamos a jugar al voleibol".
La cosa siguió en el partido de semifinales, tanto que hasta Jenni, según confiesa Tarciane, apeló a aquello de "lo que pasa en el campo se queda en el campo", "Cuando saltamos al campo, se puso detrás mío y de una compañera silbándonos y haciendo gestos de burla", refirió la brasileña. Cosas de fútbol, soberbia y siempre, siempre las mismas haciendo de perejil en todas las salsas.