España tiene una leyenda eterna del deporte mundial: es una sirena y nació en Zaragoza
Teresa Perales se colgó ayer un bronce en los Juegos Paralímpicos y suma 28 medallas olímpicas en su carrera, tantas como Michael Phelps, hasta ahora el deportista olímpico más condecorado de la historia
Con 19 años le diagnosticaron una neuropatía que la dejó sin movilidad en las piernas. Pero Teresa Perales, una karateka amateur zaragozana, no se rindió y se pasó a la piscina. Este sábado, la aragonesa se colgó la medalla de bronce en los 50 metros espalda categoría S2 (para los nadadores que tienen una coordinación muy limitada del torso, de las piernas y de las manos y a un nivel bajo de los brazos) en los Juegos Paralímpicos de París, la ciudad donde su marido la pidió matrimonio.
Un bronce histórico. Teresa Perales, la sirena de la eterna sonrisa, suma ya 28 preseas de todos los metales en las citas Paralímpicas. Las mismas que el deportista olímpico más laureado de todos los tiempos, Michael Phelps. Phelps es una leyenda mundial. La dejadez en torno al deporte en España, donde sólo interesa el fútbol, el motor y a veces alguna selección, hace que Teresa Perales sea casi una desconocida incluso en nuestro país.
Con la reina Doña Letizia en la grada, Perales, de 48 años, afrontó con optimismo la prueba. Los 50 espalda es una de sus pruebas favoritas tras ganar el oro en Río 2016, la plata en Pekín 2008 y Tokio 2020 y el bronce en Sidney 2000 y Atenas 2004. Y no defraudó. Por sólo dos milésimas, pero Teresa forjó su nombre entre las eternas leyendas del deporte.
Enfermedad recrudecida
Teresa Perales no es sólo un ejemplo de sacrificio por su perseverancia pese a su dolencia. No muchas personas son capaces de aguantar el ritmo de entrenamientos, competiciones y sacrificio de esta superdeportista. La mayoría de días se levanta a las 6:30 de la mañana, viaja a Madrid en tren para entrenar con el Club Natación Pozuelo y regresa a Zaragoza para dormir en casa con su familia.
Este último hito en su carrera llega tras un ciclo olímpico que no ha sido fácil. Desde Tokio 2020 su discapacidad se ha agravado. Fue intervenida y empezó a nadar con un solo brazo, el derecho. Fue reclasificada a la clase S2, pero en 2023 los jueces decidieron que subiría de categoría, a las S3, algo contra lo que hubo que pelear. Consiguió volver a pasar a S2 este mismo 2024 y hacer historia del deporte mundial.
Teresa Perales ha sido reconocida como Hija Predilecta de Zaragoza en 2008, y le han otorgado la Gran Cruz de la Real Orden del Mérito Deportivo en 2014 y el Premio Princesa de Asturias de los Deportes en 2021. Además, es diplomada en Fisioterapia, ha sido diputada del Partido Aragonés Regionalista (PAR), directora general de Atención a la Dependencia en el Gobierno aragonés y ha escrito dos libros. Pero sobre todo, es una leyenda mundial que merece todo nuestro reconocimiento.