Los motivos por los que Rafa Nadal no puede postularse a la presidencia del Real Madrid
Pese a que la rumorología le sitúa como sucesor de Florentino Pérez como máximo mandatario del club madridista, los Estatutos Sociales de la entidad son un obstáculo de momento insalvable para el balear
Rafael Nadal no puede optar a la presidencia del Real Madrid pese a los rumores que parte de la Prensa propaga al respecto, ya que no cumple con los requisitos establecidos en el artículo 13 de los Estatutos Sociales vigentes del club blanco. Además, según dichos Estatutos, para ser candidato a la presidencia es necesario ser socio con al menos 20 años de antigüedad ininterrumpida, además de cumplir otros requisitos de solvencia económica.
Nadal es socio de honor del Real Madrid, un título simbólico otorgado en 2011 en reconocimiento a su apoyo al club y a su extraordinaria carrera deportiva. Sin embargo, este estatus honorífico no equivale a la condición de socio efectivo según especifica ese artículo 13 de los Estatutos de la entidad blanca, lo cual limita sus posibilidades de participar en la vida institucional del club de manera oficial, como postularse para la presidencia. Es como si Pepe Pirri, presidente de honor del club, pudiera ir al departamento de RRHH y subirles el sueldo a todos los empleados. Su cargo es honorífico, de mero reconocimiento, pero no tiene valor efectivo.
Además, el requisito de antigüedad como socio ordinario busca garantizar la estabilidad y el compromiso con el club, exigiendo una implicación prolongada en la entidad, según expuso en su momento el presidente Florentino Pérez cuando modificó los Estatutos. Nadal, aunque no fuera sólo socio de honor, no cumple con este requisito esencial para cualquier aspirante a la presidencia, independientemente de su afinidad o popularidad entre los aficionados. Hasta 2031 no podría presentarse a unas hipotéticas elecciones si se decidiera que su cargo honorífico tiene el mismo valor que el de un socio efectivo.
La figura de socio de honor, aunque prestigiosa, no confiere derechos electorales ni la posibilidad de ocupar cargos directivos en la organización del club. Esta condición mantiene a Nadal fuera de la carrera por la presidencia, salvo que decida convertirse en socio de pleno derecho y cumpla con la antigüedad requerida o vuelva a haber una reforma estatutaria en la entidad madridista.
Por lo tanto, aunque es un ferviente madridista y ha expresado en varias ocasiones su enorme cariño por el club, Nadal no puede ser considerado candidato elegible para liderar la entidad, dado que su estatus no cumple con los criterios formales exigidos por los Estatutos.