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Rodrigo Hernández: El español que rompió el hechizo del casi maldito Balón de Oro

El madrileño se ha convertido en el segundo español en ganar el Balón de Oro, emulando a Luis Suárez, que lo logró en 1960, en una dulce venganza tras el ninguneo pasado a Butragueño, Raúl, Xavi o Iniesta

Rodri con su novia, Laura Iglesias, en la ceremonia del Balón de Oro 2024Panoramic

Publicado por
Mariola López

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Rodrigo Hernández, más conocido como Rodri, nació el 22 de junio de 1996 en Madrid y, a sus 28 años, ha roto una barrera que parecía inquebrantable. Se ha convertido en el segundo español en ganar el Balón de Oro, emulando a Luis Suárez, que lo logró en 1960. Para muchos, este premio es también una dulce venganza: nombres históricos del fútbol español como Butragueño, Míchel, Raúl, Xavi o Iniesta fueron ignorados por el galardón, a pesar de su altísimo nivel, su impacto y sus éxitos.

Rodri no siempre fue una figura destacada. Su infancia transcurrió en Villafranca del Castillo, una urbanización de chalets de postín en Villanueva de la Cañada (Madrid) y, aunque desde joven destacó en el fútbol, no parecía tener las cualidades físicas necesarias para competir a alto nivel. Años después, reconocería en entrevistas que se veía a sí mismo como "un flacucho en apuros".

Pero el Villarreal se fijó en él, y se marchó de Madrid a la prolífica cantera del Submarino Amarillo de Juan Roig. En esa época, Rodri se desplazaba a los entrenamientos en un Opel Corsa de segunda mano, que aún conserva como un símbolo de sus inicios humildes. De allí, al Atlético, donde aguantó un año. Y luego, el salto a la Premier, al todopoderoso Manchester City, donde es santo y seña de la entidad.

Fue en el Atlético de Madrid, bajo el mando de Diego Simeone, donde Rodri adquirió ese carácter competitivo que hoy le define. El Cholo fue directo con él: "Aquí tienes que ser un cabrón en el campo". Y así lo hizo. En su única temporada en el club rojiblanco, Rodri evolucionó como jugador y como persona, desarrollando una fuerza mental que le ha servido de base para el resto de su carrera.

"Genio silencioso en el caos"

Pero su historia va más allá de lo deportivo. Cuando fichó por el Manchester City, sorprendió a muchos su cambio físico y su versatilidad en el campo. No solo era el "5" que sostenía el medio campo, sino que también se convirtió en un líder. Con su físico más robusto, su precisión y una visión de juego espectacular, Guardiola lo utilizó como un verdadero "todo terreno" en el centro del campo. En palabras de su entrenador, "Rodri es un genio silencioso, la calma en el caos del fútbol moderno".

Rodri, además, nunca ha perdido sus raíces. A pesar de su éxito, mantiene una vida relativamente sencilla y sigue valorando sus orígenes. Mantiene una relación cercana con sus amigos de la infancia, y suele regresar a su ciudad natal cada vez que tiene oportunidad, recordando los días en que el fútbol era solo un sueño lejano.

Este Balón de Oro representa más que el triunfo de un jugador; es un reconocimiento al talento y esfuerzo de generaciones de futbolistas que nunca obtuvieron la gloria individual. Rodri se ha convertido en el símbolo de una generación que, aunque llegó después de la "era dorada" de Xavi e Iniesta, ha logrado alcanzar la cima y reivindicar el valor del fútbol español.

Con su Balón de Oro, Rodri escribe su nombre en la historia del fútbol, y da esperanza a los futuros talentos de que, quizás, el sueño de alcanzar el máximo galardón ya no sea tan inalcanzable para los jugadores españoles. Quizás Vinicius lo merecía también, pero lo que es indudable es que Rodri, víctima del fuego amigo en la polémica provocada por el galardón, es un orgullo para España.