Sigue el escándalo olímpico: la argelina que fue acusada de ser hombre tiene testículos
La campeona olímpica en boxeo Imane Khelif, acusada por rivales y por la opinión pública de ser de género masculino, no tiene ovarios y sí testículos ocultos debido a una condición genética poco corriente
Es el escándalo olímpico que no cesa. La boxeadora argelina Imane Khelif, campeona en su categoría en los Juegos Olímpicos de París 2024, se encuentra de nuevo en el centro de la polémica tras la divulgación de un informe médico que revela detalles sobre su condición sexual, que tantos ríos de tinta hizo correr el pasado verano.
Según la resonancia magnética realizada a la atleta, los resultados indicaron la presencia de cromosomas XY, características físicas que no corresponden con los de una mujer. "Los análisis no dejan lugar a dudas", señala el informe médico. El documento señala además que Khelif presenta testículos internos, no tiene ovarios y tiene un micropene en lugar de clítoris, lo que agrava aún más la controversia en torno a su género.
El Comité Olímpico Internacional (COI) se encuentra en una posición delicada, ya que debe determinar si el caso de Khelif infringe alguna norma relacionada con la clasificación de género en los deportes. La controversia pone en evidencia la falta de claridad en los criterios establecidos para la clasificación de deportistas transgénero o con características biológicas atípicas, como es el caso de la boxeadora argelina.
Deficiencia de 5-alfa reductasa
El informe filtrado fue elaborado en junio de 2023 a través de una colaboración entre el hospital Kremlin-Bicêtre en París y el hospital Mohamed Lamine Debaghine en Argel. Los médicos concluyeron que Khelif presenta una condición genética conocida como deficiencia de 5-alfa reductasa, un trastorno del desarrollo sexual que afecta exclusivamente a individuos biológicamente masculinos.
Este desarrollo anómalo suele hacerse evidente durante la pubertad, cuando los adolescentes con 5-alfa comienzan a mostrar signos de masculinización, como el crecimiento muscular, el desarrollo del vello corporal y la ausencia de desarrollo mamario o menstruación.
El Comité Olímpico Internacional no ha sometido a los atletas a pruebas cromosómicas desde 1999 y, en los Juegos Olímpicos de París, el único requisito para participar en boxeo femenino era tener un marcador de sexo femenino en los documentos legales.